En este año la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha multado a mil 152 gasolineras y estaciones de gas licuado de petróleo (LP) con 424 millones de pesos en conjunto, principalmente porque venden menos cantidad de lo que cobran a sus clientes, es decir, los roban, informó Ricardo Sheffield, titular de la dependencia.

En otros sectores, el funcionario destacó que Walmart, en comercio minorista; AT&T, en telefonía móvil; Izzy, en televisión por cable; Interjet, en transporte aéreo, así como e-Bay y Alibabá, en plataformas de comercio electrónico, son las empresas que más quejas reciben de los consumidores.

Walmart, dijo, es por mucho la empresa número uno con mayor cifra de queja entre los supermercados. Información de la dependencia indica que AT&T lleva 9 mil 978 reclamos acumulados este año, Walmart 3 mil 632 e Izzi 2 mil 303.

A su vez, Interjet tiene mil 737. El procurador dijo que se le han impuesto varias multas en el año, pero todas las está litigando, independientemente de que ha indemnizado a varios de sus clientes afectados por vuelos varados, cancelados o retrasados.

Sobre Alibabá y e-Bay, el procurador se quejó al señalar que no reconocen la jurisdicción de la Profeco ni tienen oficinas en México.

Cinco estados concentran quejas

En cuanto a las multas por gasolinas, Ricardo Sheffield precisó que fueron sancionadas 971 estaciones con 357 millones de pesos, mientras las estaciones de gas LP sumaron 181 con otros 67 millones de pesos de multa.

En cinco estados del país, dijo, se concentra el mayor número de quejas que ha recibido la Profeco en 2019: Jalisco, mil 400 casos; Ciudad de México, mil 700; estado de México, mil 550; Veracruz, 500 y Guanajuato, 460.

Además de la venta incompleta de litros de gasolina o kilos de gas LP, otros motivos de sanción han sido que las empresas no exhiben sus precios a los consumidores y las gaseras no tienen bien calibradas sus básculas.

Sheffield denunció que ha sido recurrente que la Profeco reciba muchas demandas o quejas anónimas de consumidores contra la venta ilegal de gas o huachigas, como lo llamó, refiriéndose a quienes venden el combustible clonando marcas de gaseras.