El gasto de los hogares y las exportaciones se consolidaron como puntal de la economía mexicana durante julio y septiembre pasados, al representar ocho de cada 10 pesos, frente a las caídas de inversión en capital fijo y gasto de gobierno, reportó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

De acuerdo con el organismo, el nulo crecimiento del producto interno bruto (PIB) en el tercer trimestre, frente al periodo abril-junio, más un avance trimestral de 0.6 por ciento de las importaciones resultaron en que la economía saldara en 33.8 billones de pesos.

A tasa anual –frente al tercer trimestre de 2018–, el Inegi exhibe que la oferta y la demanda global de bienes y servicios se redujo 0.2 por ciento respecto del año anterior. En su interior, cayó 1.9 el consumo del gobierno y la inversión en capital fijo –aquella que supone recursos para bienes duraderos que impulsen la producción– se desplomó 6.4.

Las exportaciones crecieron 3.5 por ciento y el consumo de los hogares avanzó 0.7.

Respecto del trimestre inmediato anterior, es decir, frente al periodo abril-junio de 2019, la oferta y la demanda global creció 0.3 por ciento, también impulsada por el consumo privado y las exportaciones, ambas con 0.6.

El consumo del gobierno, ya mermado a lo largo del año, descendió 0.8 por ciento más y la formación de capital fijo lo hizo en 2.2, agregó el Inegi.

La oferta y la demanda global de bienes y servicios exhibe de manera completa los recursos que hay en la economía. Se integra por el producto interno bruto (PIB), que en este periodo pesó 70.9 por ciento de dicho conjunto, siendo el nivel más bajo en el año y que cedió terreno a las importaciones, que pesaron 29.1 de ese total.

El consumo privado de los hogares es prácticamente la mitad de la economía, con 47.6 por ciento, la formación bruta de capital fijo 14.8 y las exportaciones 28.6, detalló el organismo. El resto se compone por variaciones de existencias y discrepancias estadísticas.