Pablo Yankelevich presenta Los otros
Domingo 24 de noviembre de 2019, p. 15
Si el actual gobierno no le garantiza suficientes recursos económicos y humanos a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), podría generarse una crisis humanitaria en ese ámbito, la cual no tendría razón de ser, pues aceptar algunas de las 80 mil solicitudes que han recibido las autoridades no alteraría demográficamente al país.
Así lo afirmó el investigador Pablo Yankelevich, especialista en estudios latinoamericanos, quien advirtió que en México están comenzando a surgir manifestaciones xenófobas y racistas contra los refugiados, sin darse cuenta de que su presencia no significa ningún peligro, y sí en cambio haría más rica y diversa a la nación.
En entrevista a propósito del lanzamiento de su libro Los otros, el académico de El Colegio de México recordó que el país muy probablemente cerrará 2019 con unas 80 mil solicitudes de refugio, las cuales significan un aumento de más de 6 mil 200 por ciento con respecto a las mil 300 que recibió en 2013.
La Comar está altamente capacitada y tiene enorme experiencia en temas de refugio, pero si no tiene el dinero y el personal suficiente para darle un trato especial a cada solicitante y manejar esta situación, sí se va a gestar una crisis humanitaria y habrá problemas
, alertó Yankelevich.
Al mismo tiempo, el investigador y académico enfatizó que aunque 80 mil solicitudes de refugio es un número alto, en realidad no es una cantidad significativa para un país que tiene cerca de 130 millones de habitantes, por lo que no representa un peligro en absoluto ni lo desequilibraría demográficamente.
Son muchísimos, pero es menos que la capacidad completa del Estadio Azteca. Si ponemos esto en el contexto global, la cifra es bastante pequeña, pues en Colombia hay dos millones de refugiados venezolanos y en Panamá hay 90 mil. El asunto es gestionar correctamente estos flujos
, recalcó.
Aunque la eventual aceptación de más refugiados no representa ningún peligro, veo con mucha preocupación las explosiones de racismo y xenofobia, culpando al extranjero de las calamidades de este país. Esta ola la vemos en México y en el mundo, porque lo más sencillo siempre es echarle la culpa a los otros, más aún si son pobres y vulnerables
.
Yankelevich consideró que los obstáculos que enfrentan tanto los refugiados como los migrantes son producto en buena medida de una política restrictiva y hasta persecutoria hacia los extranjeros, que data desde inicios del siglo XX, mediante la cual México trató de desincentivar la entrada de personas de diversos países.
En su libro Los otros, el especialista señaló que los motivos para ello son varios e incluyen pro-teger
el mercado de trabajo, pero también frenar la entrada de personas de nacionalidades u oríge-nes étnicos considerados extra-oficialmente como indeseables, entre ellos africanos, orientales, europeos del este y las personas de Medio Oriente.
La excepción, indicó Yankelevich, ha sido la figura del asilo, que se le concede casi sin restricción a cualquier persona víctima de persecución política en su lugar de origen.