El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) indicó que 80 por ciento de las empresas en el país han contribuido o han sido víctimas de algún acto de corrupción, por lo que se busca que más compañías adopten un código de ética para no permitir que ese mal afecte al sector privado.

Ligia González Lozano, presidenta de la Comisión de Ética e Integridad del organismo cúpula afirmó lo anterior durante su participación en el foro Retos y perspectivas del combate a la corrupción, espacio en el que reconoció que las compañías tienen detalles en la materia, problema en el que se incide por diversas justificaciones.

Aseguró que se ha maltratado al sector privado al ser señalado como corrupto, porque todos los empresarios buscan obtener riqueza para llevárselo a su bolsillo, lo cual, dijo, es falso.

Destacó que día con día México vive la corrupción, pues comienza con actos pequeños, como regalar una manzana al profesor en la escuela o bien, hasta dar propina a los trabajadores para recoger los desechos sólidos de los hogares, pues ellos tienen un salario. Sobre esos casos y otros tantos que son comunes, dijo que cambiar este tipo de hábitos no es nada fácil.

Comentó que el sector privado debe buscar la manera de crear riqueza sin que por ello se falte a la ley, misma que debe ser sencilla para que se pueda cumplir, pero que también se complemente con el buen comportamiento de la sociedad, lo cual también incluye a las empresas.

Si creamos riqueza y servimos a esa sociedad, la nación va a progresar. Si creamos reglas que defiendan ese desarrollo, vamos a afectar a los colaboradores y la riqueza de la sociedad, apuntó.

Pymes, el blanco

Agregó que el CCE cuenta desde 2017 con un código de ética para luchar contra la corrupción en las empresas, el cual contiene una carta compromiso para que las compañías asuman esa obligación, pero también se busca que llegue a las pequeñas y medianas empresas (Pymes), que representan 92 por ciento del sector privado en el país.

González Lozano señaló que el pendiente en materia de anticorrupción está acabar con la informalidad de la economía, pues no se ha llegado al equilibrio que se requiere para que la formalidad prospere, pues hay 65 por ciento promedio de informalidad, por lo que la corrupción no tiene números.

Marcos Achar Levy, presidente de la Comisión de la Campaña Soy Incorruptible, del Consejo de la Comunicación, indicó que durante tres o cuatro años habrá una serie de anuncios en medios como radio y televisión e Internet, así como en periódicos y revistas, para luchar contra este mal y mostrar a las personas que la corrupción está más cerca de lo que se piensa y que la solución también está en las manos de la sociedad.