Con el propósito de reducir el número de víctimas fatales por accidentes de tránsito que ocurren con mayor frecuencia en las madrugadas, la administración capitalina anunció una estrategia de seguridad que considera el retiro de la licencia de manejo y trabajo comunitario a quien no pase la prueba de alcoholemia, además de su remisión al Centro de Sanciones Administrativas conocido como El Torito.

También, se reducirán los carriles de circulación en vías rápidas y el desvío de carga vial a las laterales, de jueves a domingo, entre las 11 de la noche y las cinco de la madrugada del día siguiente, a partir de diciembre, pues en ese horario ocurren 36 por ciento de las muertes. Asimismo, se duplicará el número de equipos de fotocívicas y radares de velocidad.

El próximo año se pasará de 101 a 200 equipos, con un costo de 370 millones de pesos, que se ubicarán en lugares que concentran el mayor número de hechos de tránsito; y se reactivará el operativo Carrusel para controlar la velocidad, con el apoyo de patrullas que circulan a baja velocidad.

Los conductores de motocicletas para una actividad económica acudirán obligatoriamente a una motoescuela para obtener una licencia específica para conducir, pues su participación en accidentes viales ascendió a 37 por ciento, cuando sólo realizan 4 por ciento del total de viajes.

El costo a pagar será el mismo de la licencia tipo A para vehículos, cuyos interesados en obtenerla o renovarla tendrán la posibilidad de tomar un curso en línea, el cual será opcional, señalaron el secretario de Movilidad, Andrés Lajous; el director de Ingeniería de Tránsito, Luis Ruiz, y el subsecretario de Prevención del Delito de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez.