Martes 12 de noviembre de 2019, p. 11
El embajador en retiro Sergio J. Romero Cuevas criticó la posición de la Organización de Estados Americanos (OEA) ante el golpe de Estado contra el gobierno de Evo Morales en Bolivia.
En particular, se refirió al silencio de ese organismo luego de que el ex mandatario boliviano acató sus recomendaciones y, antes de verse orillado a dimitir, anunció que se repetirían las elecciones.
La OEA ha jugado un papel en la desestabilización del gobierno de Evo. Hay que recordar que en las pasadas elecciones en Honduras (diciembre de 2017), la misión electoral de dicho organismo informó que hubo un desastre y que debía reponerse el proceso. Fue tan burdo el fraude que el propio secretario general, Luis Almagro, aconsejó nuevos comicios. Pero cuando (Donald) Trump dijo que Juan Orlando Hernández (ganador) era un buen amigo, Almagro cerró el pico
, señaló el diplomático en retiro.
En entrevista, descartó que las manifestaciones por el resultado de la elección en Bolivia hayan sido espontáneas. Esas movilizaciones y la violencia en las calles no tuvieron nada de espontáneas; para mí todo eso estaba preparado desde antes, para concretar el golpe (de Estado). Cuando Evo le pide a la OEA que participe en una auditoría (de la elección), la oposición dice que no; cuando anuncia nuevas elecciones, la oposición intensifica las manifestaciones. Eso estaba preparado
.
Romero Cuevas destacó la posición que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha mantenido en torno a la crisis que se vive en Bolivia desde hace semanas, y que se agravó con el golpe de Estado, ya que, subrayó, está apegada a los principios constitucionales de política exterior
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