Ures, Son., Víctimas del derrame de 40 millones de litros de sulfato de cobre acidulado que la mina Buenavista del Cobre, propiedad de Grupo México, de Germán Larrea, vertió en el río Sonora en 2014, repudiaron por medio de los Comités de Cuenca del Río Sonora que la trasnacional otorgara a la Guardia Nacional (GN) el edificio que estaba asignado para la Unidad de Vigilancia Epidemiológica y Ambiental de Sonora (Uveas), que quedó en obra negra y dejó sin atención médica a los afectados por el desastre ecológico más grave ocurrido en México.

Consideraron una traición que el gobierno federal ignore sus demandas, luego de la reciente visita de las nuevas autoridades de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente, en la que se percataron de las necesidades de salud de las comunidades.

Quienes formamos parte de los Comités de Cuenca del Río Sonora manifestamos nuestro repudio e indignación ante las autoridades y Grupo México por esta lamentable decisión de otorgar en comodato por 20 años las instalaciones de lo que sería para nosotros y todos los habitantes del río Sonora el lugar donde nos atenderían por problemas de salud, indicaron en un comunicado.

Por su parte, la organización civil Poder, que apoya jurídicamente a los afectados, dijo que es inconcebible que se haya prometido destinar 71 millones de pesos a la Uveas, que el edificio nunca haya sido entregado y que ahora se done a la GN, lo cual lo convierte en un monumento a la impunidad.