Torreón, Coah., Cruz Azul volvió a su esencia dramática. Perdió 3-1 ante Santos, que ya es inalcanzable en el liderato en la jornada 18 del Torneo Apertura 2019. La Máquina se queda con 20 unidades, muy lejos de la zona de liguilla, mientras los de Torreón llegaron a 36 puntos.

El Cruz Azul dependía de sí mismo. Y eligió el camino del desastre, una vez más. A pesar de tener muy escasas posibilidades de salvar la temporada y meterse a la pelea por la liguilla, al perder este duelo se condenó a la eliminación.

Si quería tener una esperanza entre las combinaciones caprichosas, tenía que ganar ante un conjunto de Santos, ya con boleto en mano y en el liderato del torneo. Los de La Laguna podían salir con la potencia a medias, para no desgastarse ante un duelo en el que no había mucho que perder. En cambio, con un par de fogonazos anotaron dos goles con un minuto de diferencia.

Durante media hora el partido parecía un poco extraviado, sin jugadas atractivas o iniciativas ofensivas claras. Treinta minutos de peloteos, de ida y vuelta sin mucho carácter. Hasta que al 31 todo se complicó para La Máquina.

Una serie de embates en los que Jesús Corona se salvó en un primer intento, al alcanzar a rechazar de forma muy apretada con una barrida, pero tras un amago, la pelota quedó a la deriva para que Gerardo Arteaga disparara desde afuera del área justo al extremo opuesto donde estaba el portero.

Apenas trataban de asimilar el revés que habían sufrido. En el reinicio del juego tras el gol, la pelota volvió a llegar para Santos, en un error imperdonable de la zaga celeste, ahora con Brian Lozano, a quien le quedó un rebote para marcar otro tanto apenas 60 segundos después de que abrieron el marcador.

El descanso no había surtido efecto para los cementeros. El juego seguía administrado por Santos. Cuando el tanto de los locales parecía más cercano que uno celeste, una jugada a balón parado metió en la pelea al cuadro visitante.

Una falta, un centro impecable que quedó encima de la barrera fue alcanzado con la cabeza por Igor Lichnovski para acercar 2-1 a los celestes al minuto 56 y devolverles la esperanza de poder pelear por una oportunidad.

Pero Cruz Azul no podía despedirse sin el drama. Al minuto 88, una escapada vertiginosa, una diagonal que quiso cortar Jesús Corona, pero que no pudo controlar, fue rematada por Raúl Rivero para el 3-1 final.