Al continente americano le ha llegado la hora de llevar la igualdad a la gente, de sacar del pozo a los olvidados, a los más pobres, dijo Alberto Fernández, quien en cinco semanas será presidente de Argentina, ante un público que lo vitoreó y aplaudió incesante desde que apareció en el escenario señorial del auditorio del Antiguo Colegio de San Idelfonso.

Y dio sus razones: ha llegado ese momento porque en la región latinoamericana no podemos seguir soportando la desigualdad, porque en las sociedades desiguales es donde más criminalidad se genera, porque es en esas realidades donde la gente pierde más derechos y al perder derechos pierde libertad.

Recordó que ahora que vuelven las fuerzas políticas peronistas al gobierno argentino, después de cuatro años de presidencia de Mauricio Macri, encontrará una economía postrada, en donde 40 por ciento de la población ahora vive bajo la línea de pobreza y donde el consumo de pan en la población entre los sectores populares se redujo 20 por ciento.

Alberto Fernández confesó que desde que es presidente electo muchas voces se le han acercado para recomendarle recorte de los derechos de los que trabajan. ¿Pero por qué voy a hacer yo eso, si esto significa alejarse de la lógica del desarrollo?

En su análisis durante la conferencia magistral que organizó la UNAM, el político se centró en el tema de la igualdad y la equidad como metas a alcanzar. E insistió todo el tiempo en no encerrar su visión de proyecto político en etiquetas o marcos ideológicos. Hay que superar la reducción del debate entre progresismo o neoliberalismo. Simplemente debemos gobernar para que la gente viva mejor, para que el progreso sea para todos.

Universitarios, militantes de la cuarta transformación y un nutrido grupo de argenmex aplaudieron entusiastas y no se conformaban con que hubiera terminado su discurso.

–¡Cantate otra, Alberto!— le gritó un chico del público, como si se tratara de de un rockstar.

Cuando aludió a la experiencia del gobierno brasileño, la concurrencia estalló nuevamente:

–¡Lula libre!

Igual que lo hizo ayer, en la conferencia de prensa, Fernández subrayó la identificación que siente con el presidente mexicano Andrés Manuel López obrador, y para ilustrar la naciente amistad citó al popular poeta argentino Atahualpa Yupanqui: Un amigo es uno mismo con otro cuero.

Hubo de pilón numerosas preguntas del público, y la primera fue de una joven que portaba la emblemática pañoleta verde y que le preguntó si en su gobierno las mujeres tendrán acceso legal al aborto. Fernández respondió: Durante mi campaña pedí a los argentinos que dejáramos de ser hipócritas para defender los derechos de las mujeres, incluido el derecho para decidir sobre sus cuerpos. Abortar nunca debe ser un delito y sí debe ser visto como un problema de salud pública.