Inconformes con el Senado, los diputados devolvieron a esa cámara la reforma al artículo 28 de la Constitución que prohíbe al Ejecutivo federal realizar cualquier tipo de condonación fiscal.

Desde la perspectiva de Morena, el Senado abrió rendijas por las cuales podrían otorgarse condonaciones e incluso estímulos fiscales, cuando la intención es no aceptar ningún beneficio de carácter tributario, en especial a los grandes contribuyentes.

En tribuna, al explicar por qué se regresó al Senado la minuta, Héctor Jiménez (Morena) refirió que los senadores cambiaron el sentido de la reforma y que, de avalarse, permitiría otorgar exenciones, si la Federación, estados, municipios y alcaldías de la Ciudad de México, en el ámbito de su competencia, lo consideraran necesario para fomentar el desarrollo, el crecimiento económico y la inversión productiva. También, dijo, el Senado introdujo la figura de estímulos fiscales, si las autoridades federales, estatales y municipales lo consideraban necesario.

Recordó que la iniciativa presidencial para no permitir al Ejecutivo conceder exenciones fue colocar un alto a la distorsión del uso de esta figura, asegurando que el Presidente y el Poder Legislativo no puedan preverlas, salvo en casos extraordinarios.

Sostuvo que las concesiones a contribuyentes han causado un daño al país y que la reforma va en el sentido de acabar con la corrupción que deriva de las propias autoridades.

Refirió que, al revisar la minuta devuelta por el Senado –la Cámara de Diputados fue la de origen para la reforma–, la Comisión de Puntos Constitucionales encontró que los senadores deformaron el conjunto de instrumentos de política fiscal que dispone el gobierno de México, y alteraron el sentido original de la propuesta del Ejecutivo federal.