Líbano. Miles de personas salieron ayer a las calles de Beirut y otras ciudades de Líbano para exigir la caída del régimen, horas después de una gran concentración de simpatizantes del presidente Michel Aoun, que se extendía a lo largo de casi dos kilómetros con estandartes naranjas, color de Corriente Patriótica Libre, partido en el poder.

Miles de manifestantes ocuparon anoche la Plaza de los Mártires, en el centro de Beirut, donde expresaron su hastío por una economía al borde de la quiebra y servicios públicos deficientes. Las protestas han paralizado al país durante casi dos semanas.

El levantamiento ha movilizado a decenas de miles de libaneses en varias regiones. Los ciudadanos exigen un nuevo gabinete compuesto por tecnócratas.

En los últimos días Líbano volvió a una relativa normalidad, con la reapertura de bancos y escuelas que estuvieron cerrados durante dos semanas; también las barricadas en las carreteras fueron levantadas.

Aoun convocó a miles de partidarios, a quienes pidió unidad para apoyar su programa de reformas. La bancada del mandatario domina el Parlamento junto con sus aliados, especialmente el movimiento chiíta Hezbolá.

El presidente, a su vez, agradeció el apoyo de sus partidarios. Quiero decirles que estoy con ustedes. Pido unión a todo el mundo, dijo en un corto discurso dentro del palacio, retransmitido por televisión. En su mensaje rechazó que hubiera una manifestación contra otra en las calles.

La semana pasada el primer ministro libanés, Saad Hariri, presentó su renuncia formal y anunció la dimisión del gobierno, en medio de las manifestaciones antigubernamentales que tienen lugar desde hace dos semanas.

Se tiene programada una huelga general este lunes, en la cual opositores llaman a la población a bloquear las carreteras y obstaculizar labores de oficinas públicas.

Las protestas comenzaron el 17 de octubre, tras el anuncio de las autoridades sobre un impuesto a las llamadas en aplicaciones de mensajería, como WhatsApp, y aunque después se informó sobre un paquete de reformas para calmar la situación, prosiguieron las manifestaciones.