La mejora de la educación en México requiere, necesariamente, que los maestros recuperen la confianza y se apropien del nuevo proyecto educativo, afirma Etelvina Sandoval Flores, comisionada presidenta de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu). Señala que una de las tareas fundamentales es emprender la revaloración de un magisterio que fue muy lastimado, por lo que la evaluación deberá ser un mecanismo de diagnóstico y formativo, pero no sancionador.

Maestra, pedagoga e investigadora educativa con más de 30 años de experiencia, y quien desde el primero de octubre encabeza la nueva comisión, reconoce que los educadores aún están muy escépticos, porque fueron sujetos de una política que los puso en condiciones difíciles. Hay mucho escepticismo, pero también mucha esperanza. Por ello, enfatiza que su labor será estar al lado de los profesores y acompañarlos en su trabajo, porque son ellos los que al final han sacado adelante la educación, incluso en condiciones muy difíciles.

En entrevista con La Jornada, descarta posibles tensiones con la Secretaría de Educación Pública (SEP), con la que, afirma, tenemos una relación muy buena, y asegura que no hay ningún escozor porque el Comité Consultivo y Deliberativo del Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación, instalado el 17 de octubre, esté presidido por el secretario del ramo, Esteban Moctezuma Barragán.

Señala que con la creación de la Mejoredu lo que se busca es elevar la calidad de la educación, con dos ejes prioritarios: excelencia y equidad. Creo que la educación se hace desde las aulas y con los maestros, y lo que nos corresponde a quienes estamos en estos cargos es apoyar su trabajo, reconocer su diversidad y los problemas que enfrentan.

Por ello, explica, si bien la evaluación es una de las funciones de la Mejoredu –que remplazó al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación–, a diferencia de su antecesor no hará de la evaluación el punto central de su actividad. El nuevo organismo, indica, contará con una Unidad de Evaluación Diagnóstica, pero con una orientación muy diferente a la aplicada en la pasada administración.

Queremos construir una evaluación diagnóstica y formativa que nos permita obtener pistas de cómo mejorar, porque la evaluación es para mejorar, no para medir. Por eso nos interesa desarrollarla con los maestros.

En cuanto a pruebas como el Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea), reiteró que se deberá revisar desde su estructura hasta su periodicidad, y valorar si es necesario o no aplicarlas cada año para mantener su continuidad histórica, pues los resultados que arrojan no cambian radicalmente de un año a otro, y además son pruebas muy caras.

Agrega que en México hay un magisterio muy diverso, pero bien preparado, con docentes que han cursado estudios de licenciatura y posgrado. Subraya que también existen muchas realidades educativas, por lo que si bien es necesario tener una política nacional, también debemos pensar en esas realidades regionales que debemos atender.

En cuanto a la relación de la comisión con el sindicalismo magisterial y sus diversas expresiones, destaca: Cada uno tiene que trabajar desde el espacio que le toca. Nuestra labor no está directamente relacionada con las evaluaciones de ingreso, promoción y reconocimiento al magisterio; damos opiniones, pero no las aplicamos.