Prohíben condonacíon de impuestos... pero con excepciones // El arsenal de Tepito // Tunden a Claudio X. González en redes sociales
Rosario, mentiras y dientes // Seguirá en prisión oficiosa // Evasivas y burlas
a Ibarra de Piedra // Mario Delgado, a la mala
Trump: entre el impeachment , el golpe de Estado y otra vez Hillary
Claudio X.: doble careta // Desestabilizador fallido
Ilustradores
as elecciones generales realizadas en Bolivia el domingo pasado confirmaron el desgaste del gobierno de Evo Morales tras 14 años en el poder y dieron paso a una ola de descontento social que, salvando todas las distancias, hace eco de las intensas jornadas de protesta que Chile y Ecuador han enfrentado en las semanas recientes. Emparentado con ellos por la intensa movilización popular en las calles, el fenómeno boliviano debe distinguirse de los de las otras naciones andinas: mientras el primero es resultado de una coyuntura y da cuenta del desgaste político de una administración que ha tenido una exitosa gestión de la economía, los segundos reflejan el estallido del neoliberalismo en su fase más inoperante y perniciosa para las mayorías.
Mexiac, a Bellas Artes
l 12 de octubre falleció Adolfo Mexiac, en nuestra casa, rodeado de sus seres queridos. Entre cantos de zanates y el naranja de los laureles africanos, rodeado de sus pinturas y grabados, durante la agonía de una semana, con ratos lúcidos y otros no, un día lo visitó nuestro gran amigo, el maestro Alberto Híjar, quien portaba una playera con el grabado Libertad de expresión. Le habló con los ojos llenos de lágrimas, como hermano, con gran amor, recordando momentos importantes que compartieron, y habló sobre su obra.
uenos Aires. ¡Jelou! ¿Donald? ¡Soy yo, Mauricio! ¿Estás ahí? Jelou. ¿Donald? Jelou. Populism is coming back! Please. Donald? Jelou! I beg you, dear friend! Just give me a call! Jelou, jelou. Help!
os medios de comunicación masiva y las redes sociales con ellos se inundaron de repente. Los sucesos de Culiacán dispararon las ondas hertzianas a una velocidad e intensidad pocas veces vista. La oportunidad de golpear la eficacia del gobierno en su diseño de seguridad, se juzgó imposible ocasión para dejarla pasar. Los tiros se dirigen a la cabeza y, otros adicionales, al gabinete de seguridad. La imagen del país ha sido, según esta rasposa narrativa, dañada tal vez de manera irreparable. Los adjetivos terminales vuelven a relucir y no dejan ángulo a la intemperie. De pronto, el doctorado en inteligencia militar, la maestría en operativos encubiertos, la evidencia de un mando nacional subordinado a los mandatos trumpianos, tapizaron las columnas y reportes de los diarios. Los profundos
artículos recomendando vías alternas para atrapar a un capo y las alternativas que se deben considerar para ello resuenan por doquier. Y, lo que puede coronar la andanada mediática: la alegada moralina presidencial como sustituta de los mandatos de ley. Es, precisamente aquí, donde la crítica cree haber encontrado la ruta segura para desarmar la imagen presidencial.
a debilidad del primer eslabón rompió la cadena en el operativo de Culiacán. Frente a esto la mejor, o menos peor, decisión fue liberar a Ovidio Guzmán porque la capacidad de fuego de los comandos que desataron el terror en la capital sinaloense amenazaba cobrar vidas de militares y población civil.
ace unos años conocí a Polly Higgins, la famosa abogada ecologista, hoy difunta, que en 2009 propuso la inclusión del ecocidio como crimen en las cortes internacionales, que hasta hoy sólo reconocen el ecocidio como crimen en casos de su empleo como arma bélica (a partir del uso que en la guerra de Vietnam se hizo del herbicida conocido como agent orange). Lo cierto es que la lucha por tipificar el ecocidio como crimen internacional no ha triunfado aún, aunque ha ido avanzando la propuesta en foros internacionales, y varios países ya han criminalizado el ecodicio. Se trata en todo caso de una lucha internacional que continúa, y sin duda irá ganando apoyos hasta triunfar; el ecocidio está destinado a ser perseguido en las cortes criminales de todo el mundo.
n 1987 se publicó el informe de la Comisión Mundial sobre Desarrollo y Medio Ambiente. El documento, intitulado Nuestro futuro común, consagró la definición del desarrollo sustentable como la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades
. Desde entonces, el desarrollo sustentable se ha convertido en la referencia más importante de la agenda internacional sobre política económica, social y ambiental.