Miércoles 23 de octubre de 2019, p. a16
Antes nadie daba un peso por mí y ahora todos me están volteando a ver. Debo aprovechar el momento que es mío
, expresa con seguridad el clavadista Kevin Berlín, quien admite que la medalla de oro que ganó en los Juegos Panamericanos de Lima me cambió la vida
y no quiere defraudar a quienes confiaron en él, principalmente a su familia.
Nominado al Premio Nacional de Deportes 2019, el veracruzano, de 18 años, obtuvo la plaza olímpica a Tokio 2020 en la plataforma individual en la justa peruana y nadie más que él desea refrendar ese lugar, porque sólo nos queda luchar y entrenar
para los nueve meses que faltan para la cita japonesa representando sus primeros Juegos Olímpicos si es que se queda en la selección.
Kevin, quien tiene una década en los clavados, aún disfruta lo sucedido hace tres meses en Lima. “Son demasiada emociones, porque esos juegos me cambiaron mi vida. Tampoco esperaba estar nominado al PND y es un honor ser candidato.
Siento que me da la fuerza, moti-vación para entrenar en la alberca y sacar cada clavado
, señala el doble campeón panamericano, porque además de la individual se llevó los honores con Iván García en la prueba sincronizados 10 metros.
No deja pasar de lado que esos resultados se dieron en el momento indicado al tomar la decisión más difícil tras dejar el equipo de Ma Jin en Ciudad de México antes de competir en el Mundial de Gwangju para unirse con el grupo de Iván Bautista y cambiar la residencia a Guadalajara.
Ha sido la mejor decisión, estoy en un gran equipo y lo único que me queda es trabajar con un sueño que está a la vuelta de la esquina. Quiero llegar a Tokio física y mentalmente bien
, comenta el veracruzano.
Tener de compañeros a los medallistas olímpicos Germán Sánchez y García motiva al ganador de bronce en una de las Series Mundiales de este año y sabe que de un momento a otro los tendrá de rivales en los próximos selectivos.
Ahora, Kevin se ríe porque algunos lo identifican más por su flojera cuando ganó en la capital peruana por una declaración que hizo, pero la verdad era otra. Era un mensaje a mi ex entrenadora, quien siempre me decía esa palabra, que yo no servía para esto, que no podía, y para todo me repetía, flojo, flojo
.