Reforzar la calidad de la enseñanza, mejorar la formación docente, modernizar las condiciones de infraestructura de sus instalaciones, incrementar el uso de las tecnologías y, ahora, el tema de la seguridad, son los principales retos que enfrenta el Colegio de Ciencias y Humanidades, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Benjamín Barajas Sánchez, director general del CCH, señaló que en los casi 50 años que tiene este sistema de bachillerato han pasado por sus aulas alrededor de un millón de estudiantes, con 800 mil de ellos egresados, con una tasa de eficiencia terminal muy por arriba de la media nacional.

Entrevistado luego de inaugurar el Segundo Encuentro Metropolitano de Educación Media Superior, en Ciudad Universitaria, Barajas Sánchez indicó que actualmente la tasa de eficiencia terminal en los tres años de enseñanza es de 67 por ciento, y en cuatro años –plazo con el que se tiene garantizado el pase automático a educación superior- es de 72 por ciento.

Respecto al primero de los retos, el directivo manifestó que aun cuando los egresados tienen un cociente de calificación muy bueno, 8.6, la meta es alcanzar al menos nueve en el puntaje de aprovechamiento promedio.

Junto con ello, añadió, está reforzar la formación docente y mejorar la infraestructura y equipamiento de laboratorios de los cinco planteles.

El CCH tiene una matrícula de 60 mil estudiantes y 3 mil 800 profesores, 70 por ciento de asignatura y 30 por ciento de carrera. Es decir, a la mayoría de los profesores se les paga por hora-clase, con precariedad en sus percepciones.

La conectividad de los planteles sigue siendo un tema pendiente, pues hoy tiene una cobertura de 70 por ciento. El directivo señaló que bajo la rectoría de Enrique Graue se le dio un gran empujón de 30 por ciento. Antes estábamos en casi nada, señaló el director general del CCH.

Sobre la seguridad, reconoció que es una preocupación y ocupación permanente y para ello se ha aplicado una serie de medidas, muchas de ellas en colaboración de las autoridades capitalinas.

Entre estas medidas, citó los llamados senderos seguros, el transporte seguro, la instalación de cámaras de vigilancia, el dise-ño de programas de rondines, y campañas permanentes de seguridad entre la comunidad.