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Negocios y empresas

La caída de Altos Hornos

E

n México hay personas que se han hecho multimillonarias a la sombra del poder. Un mecanismo utilizado es la privatización de empresas a un precio menor al valor del mercado. Aun con esa ventaja y con el apoyo del gobierno, algunos empresarios no tuvieron la capacidad de sacar adelante buenos proyectos productivos.

Un caso concreto es el de las familias Ancira y Autrey, quienes en 1991 recibieron en charo-la de plata la mayor empresa acerera del país: Altos Hornos de México. Esta firma se fundó en 1941, cuando escaseaba el acero por la Segunda Guerra Mundial y fue la base para el desarrollo de Monclova, Coahuila.

Tras acabar la guerra, la empresa se consolidó, pero en un ambiente de control de la economía y de las áreas estratégicas de la producción por parte del gobierno. Bajo esta filosofía, López Portillo la expropió en 1980 y a consecuencia de este proceso, Altos Hornos se burocratizó y respondió más a intereses políticos que de mercado.

Años más tarde cambió el principio de estatización o de control gubernamental por el proceso contrario, en lo que conocemos como política neoliberal. En la administración de Salinas de Gortari, la acerera pasó a manos de las familias mencionadas, pero la mala administración y un endeudamiento excesivo la llevaron a la quiebra en 1999, días antes de que cambiara la ley de concursos mercantiles.

Con Mañas, los dueños de la firma aprovecharon esa situación para dejar de pagar a sus acreedores miles de millones de dólares por más de una década, además vendieron a Pemex a precios de oro su subsidiaria Agro Nitrogenados, una empresa chatarra.

Por más que bancos y proveedores hicieron lo posible por recuperar al menos una parte de sus recursos, el gobierno apoyó a los empresarios tramposos, quienes pusieron el riesgo el empleo de 19 mil trabajadores y acabaron con los recursos de los accionistas minoritarios y de los acreedores de la acerera.

Ahora, algunos de los estafadores de la banda de cuello blanco, Ancira-Autrey, ya pisaron la cárcel y otros están por caer. En este año la producción de Altos Hornos se desplomó 30 por ciento y se especula que Technit, Mittal o Grupo Villacero asumirán en breve el control de la empresa.