Jerusalén. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, admitió ayer su imposibilidad de formar gobierno, lo que da vía libre a su principal rival, Benny Gantz, para tratar de construir una mayoría parlamentaria y poner fin a un callejón sin salida que lleva más de seis meses. El revés para Netanyahu, quien estuvo en el cargo por 10 años consecutivos, se da en el contexto de una posible acusación de corrupción. El premier aún tiene posibilidades de continuar en el gobierno, ya que Gantz también podría fracasar a la hora de formar gobierno en el plazo de 28 días que la ley le otorga. El presidente Reuven Rivlin, quien no quiere una nueva elección, podría pedir a los diputados que nombren un candidato al cargo.