Sábado 28 de septiembre de 2019, p. 12
El conflicto que desde hace semanas se vive en el interior del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) llegó ayer al enfrentamiento directo entre los grupos que apoyan al actual secretario general, Martín Esparza, y sus opositores. Hubo pedradas, cohetones y la policía tuvo que intervenir para evitar que la situación llegara a mayores.
Esparza ya no pudo realizar la marcha al Zócalo que tenía programada por el aniversario de la nacionalización de la industria eléctrica. Sólo realizó un mítin, en Insurgentes y Antonio Caso, en el que participaron cerca de 5 mil miembros del SME y de otros sindicatos –según el reporte oficial– resguardados por un fuerte cordón policíaco, que impidió la confrontación con los disidentes.
Muy temprano, el ex secretario general, Jorge Sánchez, quien encabeza uno de los grupos contrarios al secretario general, se presentó en Palacio Nacional acompañado por un contingente para entregar un documento dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador, con más de 32 mil firmas
en apoyo a la expulsión de Esparza por traición” y con la exigencia de elecciones en el gremio.
Otro de los grupos inconformes, cuya cabeza visible es Ramón Ramírez, estuvo también en el Zócalo y se trasladó luego al local sindical ubicado en Insurgentes 98, donde se encontraba Esparza con su comité ejecutivo y dirigentes de otros sindicatos, en un foro en defensa de la autonomía del SME
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En su intervención en ese acto, Esparza sostuvo que hay funcionarios del actual gobierno, así como diputados que están detrás del movimiento de Jorge Sánchez, el ex secretario general expulsado desde hace muchos años por corrupción y malos manejos. Sostuvo que pactó con el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari el inicio de la privatización eléctrica.
Desde ese local, Esparza tenía programado partir hacia el Monumento a la Revolución y de ahí al Zócalo, pero los inconformes se presentaron antes, poco después de la una de la tarde e intentaron ingresar. Desde un balcón del edificio comenzaron a lanzar petardos, cohetones y piedras. Los disidentes se replegaron a la otra acera de Insurgentes, la circulación se cerró y respondieron lanzando también pedradas al local sindical.
La guerra de piedras de insultos se prolongó más de una hora hasta que llegaron más de 100 policías, quienes se colocaron fuera del local sindical y los disidentes se replegaron. Los trabajadores afines a Esparza fueron llegando, lo acuerparon a fin de que pudiera salir. Se integró un fuerte contingente, pero aún así no se pudo llevar a cabo la marcha, ya que había riesgo de un encontronazo entre ambos bandos.
Los dos grupos corearon por más de una hora consignas. Mientras unos gritaban ¡SME sin Martín! ¡Fuera Martín del SME!
, los otros hacían los mismo pero apoyan-do a su dirigente gremial: “¡Martín, Martín! ¡Aquí se ve la fuerza del SME! ¡Esquiroles! Y ¡Fue-ra liquidados!
Al final, sólo hubo un mitin en el que Esparza sostuvo que detrás de esa provocación
estuvieron Pablo Rodríguez Álvarez, Rodolfo Bonilla, Fernando Oliva, Jorge Sánchez, quienes llegaron con grupos que conduce un tal Ramón Ramírez, que ha venido engañando a muchos liquidados diciéndoles que les iban a dar jubilacio-nes y trabajo”.
Advirtió: que les quede muy claro, el SME es de los que luchan, de los que resistieron, de los jubilados y familias que apoyaron y se la rifaron todos estos años
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Y un mensaje también para el gobierno de la República: Desde hace 10 años no hemos abandonado las filas del sindicato y aquí vamos a estar: No, no nos van a amedrentar, tenemos el respaldo de la base trabajadora
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