Viernes 13 de septiembre de 2019, p. 23
Bebidas adulteradas y de contrabando concentran 36 por ciento de las ventas de alcohol en México, advirtió la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec). Además de los daños al comercio formal y los riesgos a la salud y vida de los consumidores, estas bebidas generan pérdidas al fisco por 8 mil 542 millones de pesos si se toma en cuenta que en los establecimientos formales 72 centavos de cada peso que se paga en bebidas alcohólicas corresponden al pago de impuestos (IEPS, IVA e ISR), licencia de venta y otros costos relacionados con su comercialización, indicó.
Pese a que el daño económico para el país, la hacienda pública y los comerciantes establecidos es enorme, acusó a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), encabezada por José Novelo y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a cargo de Arturo Herrera, de dejar en la impunidad la venta de alcohol adulterado y de contrabando.
La SHCP aprieta a empresas y comercios formales, pero mantiene impune al comercio ilegal de alcohol de contrabando permitiendo la evasión de 8 mil 542 millones de pesos.
La Comisión para la Industria de Vinos y Licores asegura que 45 por ciento de los 18 millones de cajas de bebidas alcohólicas que se consumen al año son bebidas de contrabando que se venden en el comercio informal como tianguis, ferias, puestos callejeros o en establecimientos en los que no se ejercen verificaciones sanitarias ni fiscales de Hacienda
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Ante el incremento del consumo de estas bebidas con motivo de las fiestas patrias, la Anpec recomendó a los consumidores verificar que no adquieran alcohol adulterado o de contrabando, verificando que tengan un sello o cinto de seguridad perfectamente pegado a la tapa, un código QR, tres cuadros (dos en la parte superior y uno en la inferior izquierda), etiqueta impresa en papel seguridad y con relieve al tacto y que esté adherida completamente a la botella en la parte frontal o bien en la parte superior.
Advirtió que la producción de bebidas adulteradas se hace básicamente de tres formas: la primera, es sustituyendo el líquido original por otro de menor calidad; la segunda, combinándolo con agua y la tercera y más peligrosa, agregando alcohol metílico o metanol que es de uso industrial e imposible de metabolizar por el cuerpo humano por lo que provoca ceguera.