Sociedad y Justicia
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La violencia no se terminará

Sería un disparate legalizar el uso lúdico de la cocaína: CIJ

Exacerba impulsos y agresividad de consumidores, explica la experta Carmen Fernández

 
Periódico La Jornada
Jueves 22 de agosto de 2019, p. 31

La violencia en México no se terminará si se cae en el disparate de legalizar el uso lúdico de la cocaína. Lo primero que hace la sustancia es exacerbar los impulsos y las conductas agresivas de quien la consume. La persona pierde el control, lo cual afecta a todos los que están a su alrededor, explicó Carmen Fernández Cáceres, directora de los Centros de Integración Juvenil (CIJ).

Señaló que antes de otorgar amparos a quienes promueven la despenalización del uso de las drogas, el Poder Judicial debería pedir la opinión de los especialistas sobre lo que implica el consumo de cocaína, los daños que provoca a la mente de los usuarios y su impacto en la sociedad.

En entrevista, la funcionaria comentó la sentencia del juez decimocuarto de distrito en materia administrativa, que concedió dos amparos para la posesión, transporte, empleo y uso de cocaína (La Jornada, 21/8/19), y aseveró que la demanda responde a un movimiento que se ha dado en varios países con intereses ajenos al nuestro.

En la pretensión de garantizar el derecho a decidir de los usuarios de narcóticos, se pierde de vista el derecho de la población que está expuesta a las consecuencias, sobre todo en hechos de violencia.

Explicó que es más fácil desarrollar adicción a la cocaína, las metanfetaminas y el crack que a otras sustancias, y en los CIJ nos toca ver las consecuencias. Si bien la droga de mayor consumo sigue siendo la mariguana, 90 por ciento de los pacientes reportan ingesta de cannabis y alcohol, y 47 por ciento, además de este último, consume cocaína.

Agregó que a escala nacional, 3.5 por ciento de las personas de 12 a 65 años han probado la cocaína, el triple de lo registrado a finales de los años 90, mientras 1.1 por ciento de adolescentes reconocen que la han consumido.

Fernández Cáceres explicó que la adicción se explica porque el efecto de la sustancia dura alrededor de una hora en el organismo. Al terminar la sensación de bienestar, el individuo se siente cansado, deprimido y su solución es repetir la dosis.

Con cada administración, el organismo genera tolerancia y después dependencia. En los estadios más críticos, cuando los usuarios tienen conflictos con la ley o problemas familiares graves, llegan a los CIJ en busca de ayuda.

Un común denominador de los adictos a la cocaína es que iniciaron con consumos esporádicos. Eso es lo que debe llamar la atención de la sociedad y los jueces, afirmó la especialista.

La directora de los CIJ también resaltó que aunque no existen estadísticas, hay jóvenes que llegan a los hospitales con infartos al miocardio por sobredosis de cocaína. Por eso, no se trata nada más de elegir libremente, sino de vigilar el efecto que la permisividad en el consumo tendrá en el resto de la sociedad, insistió.