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¿La fiesta en paz?

Tlaxcala dice adiós al toro de regalo || Interesantes propuestas del analista taurino Paco Terán

C

omo en otras ocasiones, Tlaxcala da ejemplo de celo taurino al poner un hasta aquí al vicio, más que costumbre dadivosa, en que se ha convertido en el país el llamado toro de regalo, esa ventaja que desnaturaliza la elemental equidad del sorteo entre los diestros alternantes. El nuevo reglamento taurino, publicado el 24 de julio pasado, establece en su artículo 35: Queda prohibido el Toro de Regalo en cualquier festejo taurino que se realice en la Entidad, si bien ya empezó a incumplirse, como el resto de las leyes, el pasado 10 de agosto en Huamantla. Ah que los antis.

Paco Terán, prestigiado analista taurino, comparte la siguiente propuesta: En vista de que la suerte de varas en la plaza de toros tiene como única función la de dotar al toro de fijeza y, toda vez que gracias a la selección genética hoy día prácticamente todos los toros poseen fijeza desde su salida del toril: 1. La suerte de varas será opcional, a juicio únicamente del espada en turno. Los picadores estarán disponibles y aparecerán en la arena y actuarán únicamente si el espada los requiere. En tal caso, 2. la cantidad del castigo al toro también será indicada únicamente por el espada en turno.

“De la suerte de banderillas es necesario tener en cuenta las siguientes consideraciones: a) que tiene como propósito reanimar en lo posible al toro tras su natural agotamiento derivado de su pelea con el caballo, b) que el agente de esta reanimación no son los arponcillos de las banderillas, puesto que no se ha demostrado científicamente que ellos signifiquen, como se pensaba, el estímulo ‘avivador’, c) son en cambio, como argumentaban otros tratadistas, las carreras a que se somete al toro en este tercio, las causantes de su reanimación, d) que esta suerte no siempre tiene el propósito de lucimiento, y muchas veces sólo se realiza para cubrir un trámite normativo. En tal supuesto, al toro le resulta innecesario y perjudicial el excesivo capoteo.

“Por ello la realización de esta suerte dependerá de: d. 1) la necesidad y dosis de reanimación que el diestro en turno advierta en el toro, d.2) la necesidad del diestro en turno de observar, mediante el capoteo, las condiciones en que llegará el astado al último tercio, d. 3) la decisión del diestro en turno de cubrir este segundo tercio para su personal lucimiento o 4) la decisión de los miembros de la cuadrilla, mediante concesión expresa del matador en turno, de lucimiento en este tercio. En tal virtud, 3. el número de pares de banderillas (cero, uno, dos o tres) que se le coloquen al toro lo determinará el espada en turno. 4. las banderillas estarán provistas en su extremo distal de un clavo, con la única finalidad de marcar visible, temporal y brevemente su buena o mala colocación en el toro. Tras de ello, habrán de caer a la arena.

“De la suerte de matar: 5. a los diestros no se les permitirá más de dos pinchazos. Si agotan este número de oportunidades tendrán que hacer uso de la espada de descabellar. 6. a los diestros no se les permitirá más de dos intentos fallidos de descabello. Si agotan este número de oportunidades sin lograr dar muerte al astado, éste regresará vivo a los corrales, donde será inmediatamente apuntillado o sacrificado mediante instrumentos legales humanitarios, como el pistolete de perno cautivo.

“Hasta aquí mis primeras propuestas –advierte Terán– de modificación normativa para la fiesta brava con la única intención de adecuar el espectáculo taurino a nuevas épocas, circunstancias y realidades para su evolución, beneficio y permanencia.