Cruz Azul sufrió, pero logró festejar su primer triunfo en el torneo Apertura 2019 al vencer 2-0 al recién ascendido Bravos de Ciudad Juárez. La Máquina aún deja dudas, pero alcanzó las cinco unidades después de cuatro jornadas, mientras el plantel fronterizo se quedó con tres puntos.

Aunque los celestes dominaron todo el encuentro, le costó trabajo llegar a la meta y fue hasta el segundo tiempo cuando Roberto Alvarado (64) y Pablo Aguilar (73) rescataron al equipo para que saliera con la victoria en casa

Los Bravos fueron los primeros en tomar el balón, cada duelo es vital en su empeño por mantenerse en Primera División, y no querían dar oportunidades a los capitalinos. Angelo Sagal se aventuró con un disparo desde fuera del área que sólo asustó a los locales al pegar en el poste derecho.

La gallardía de los visitantes desapareció casi enseguida y los celestes tomaron el control del juego. Poco a poco fueron encerrando al conjunto fronterizo, pero en sus intentos por anotar fallaban en el cierre de las jugadas.

Juan Escobar mandó un centro por derecha pero Milton Caraglio no alcanzó a definir cuando estaba frente a las redes. Adrián Aldrete también lanzó un disparo largo con poten-cia, pero se fue por arriba del arco.

La tensión llegaba hasta la banca, donde el timonel de La Máquina, Pedro Caixinha lanzaba órdenes de manera enérgica para que los celestes presionaran. Gabriel Caballero, técnico de Juárez, exigía al equipo mayor esfuerzo para buscar las redes.

Pese a que La Máquina generaba peligro, los goles no llegaban y la escasa afición que asistía al estadio Azteca reclamó con abucheos cuando los jugadores se marchaban al descanso.

Bravos intentó sorprender a los celestes en el inicio del complemento con un disparo largo que fue atajado por el guardameta Jesús Corona. Caixinha no estaba dispuesto a que el duelo mantuviera el mismo ritmo sin conseguir goles, por lo que movió sus piezas para reforzar la ofensiva. Elías Hernández salió y entró a la cancha a Edgar Méndez, quien estuvo cerca de marcar con un disparo que fue detenido

De pronto, La Máquina reaccionó y desató emociones. Roberto Alvarado rescató el balón en el área y tras un amague superó al arquero, quien se quedó tirado en el césped, para después definir a bocajarro.

El gol le dio confianza a los colestes y Pablo Aguilar aprovechó una falla del rival en un tiro de esquina para sellar el encuentro con un cabezazo.