La decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de facultar a los congresos de cada entidad federativa para designar a los contralores de las universidades locales es un hecho preocupante, pues lo que tendría que hacerse es señalar a los responsables de malos manejos, pero no controlar las finanzas de los centros de educación superior.

Así lo afirmó el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, quien destacó que la máxima casa de estudios ha ampliado su matrícula a niveles sin precedentes y dijo esperar que no se vea afectada por la política de austeridad del actual gobierno.

Me parece preocupante (la decisión de la SCJN); creo que lo que tiene que hacerse es reconocer a quienes pueden estar involucrados en malos manejos, más que intentar controlar la economía de las universidades, señaló el funcionario tras participar en la ceremonia de apertura del ciclo escolar 2019-2020 de la UNAM.

Durante el acto protocolario, realizado en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, Graue destacó que la universidad atenderá a más de 356 mil estudiantes, lo que significa una oferta histórica que pudo ser alcanzada sin presiones y sin afectar la calidad de la enseñanza.

De igual forma, señaló que 35 mil alumnos ingresarán al bachillerato y otros 50 mil comenzarán alguna de las 128 carreras que se imparten en la UNAM.

Al consultarlo sobre la ampliación de la matrícula, el rector insistió en que no hay presiones de ningún sector por hacerla crecer, al tiempo que afirmó que ya han hablado con las autoridades correspondientes para evitar que la política de austeridad republicana afecte el presupuesto de esta casa de estudios en los próximos años.

Respecto del tema de la seguridad en la UNAM –donde en meses recientes han perdido la vida algunos alumnos en hechos de violencia–, Graue adelantó que se instalarán 250 cámaras de seguridad más, además de fomentar una mejor coordinación con las autoridades locales.

De igual forma, señaló que cuando la Junta de Gobierno de la Universidad emita la convocatoria para renovar la rectoría –cargo al que podría aspirar para un segundo y último periodo de cuatro años–, definirá si participa o no en dicho proceso.