Acapulco, Gro., Los luchadores sociales Máximo Mojica Delgado, Javier Córdova Ruiz, María de los Ángeles Hernández Flores, originarios de Telo-loapan, y Santiago Nazario Lezma, de Atoyac, integrantes de la organización Tierra y Libertad, recuperaron ayer su libertad luego de permanecer casi 11 años presos en el Centro de Reinserción Social de Tecpan de Galeana, en la Costa Grande, acusados de secuestro.

En conferencia de prensa en el obelisco al guerrillero Lucio Cabañas Barrientos, en el municipio Atoyac de Álvarez, los activistas explicaron que su liberación –a través de un amparo directo– es producto de la lucha de organizacio-nes sociales.

El profesor Máximo Mojica Delgado explicó que el pasado jueves, pasadas las 17 horas, los cuatro recibieron su carta de libertad, después de 10 años, 8 meses y 11 días de permanecer en la cárcel, desde el 31 de enero de 2009.

Estuvimos presos por delitos prefabricados, porque como luchadores sociales nos consideran delincuentes. Agradecemos el apoyo de las organizaciones que nos dieron ánimo: comprobamos que somos y fuimos inocentes, expresó.

María de los Ángeles Hernández y Javier Córdova Ruiz manifestaron que seguirán luchando para exigir la libertad de todos los presos políticos. Santiago Nazario Lezma lamentó el largo tiempo que pasaron lejos de sus familias.

Acompañados por los dirigentes del Frente de Defensa Popular Francisco Villa, Clemencia Guevara Tejedor y Efraín Torres Fierro, los luchadores sociales liberados manifestaron que la ley de amnistía que pregona el gobierno federal ha sido un fracaso y no ha da-do resultados.

Sentenciaron que los compañeros presos políticos que han sido liberados a nivel nacional es por el esfuerzo y la lucha emprendida por centros de derechos humanos y la presión ejercida desde las organizaciones sociales.

La dirigente del Frente de Defensa Popular Francisco Villa, Clemencia Guevara Tejedor, sostuvo que la postura del presidente Andrés Manuel López Obrador de marginar a las organizaciones sociales, ha dejado en la vulnerabilidad a activistas y defensores de derechos humanos, quienes han trabajado por un mejor desarrollo en las comunidades. En Guerrero suman 60 los presos políticos, señaló.