Peña Nieto ofrece disculpas por la Casa Blanca
¿Incluye el regreso de Aristegui?
Es millonario el presidente del PRI
Telenovela del perdón
Virgilio, Enrique y Angélica
Error
, sólo de percepción
Lopezportillismo (aún) sin llanto
Discurso y corrupción
México: cada vez peor
Perdón, y allí queda
Constitución de la ciudad
Definir el futuro, reto
Escuchar el mandato ciudadano
Huilanches y metlapiles
Paz para nosotros en nuestros sueños
a intervención del presidente Enrique Peña Nieto en el acto de promulgación de las leyes secundarias del Sistema Nacional Anticorrupción, durante el cual pidió perdón a los ciudadanos por el agravio y la indignación
causados por la compra de la llamada Casa Blanca, constituye un gesto positivo en un gobierno que en lo que va de su gestión no se ha caracterizado precisamente por las manifestaciones de ese tipo. La declaración contrasta de manera notoria con las reacciones que desde el propio entorno presidencial surgieron a finales de 2014 –cuando la adquisición, el precio y las características del citado inmueble fueron públicamente conocidas–, en las cuales se mezclaban la negación, la minimización del hecho o simplemente el silencio.
Conacyt y el desprecio a los derechos humanos
la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados y a la CNDH:
la maestra Angélica García Pérez le tocó estar al frente de la lucha de los profesores oaxaqueños en un momento muy difícil. El gobierno federal está empecinado en acabar con su organización sindical y no ha escatimado recursos para hacerlo. Ella ha sufrido este embate en carne propia.
o veo por qué no puede suspenderse eso que ha hecho la Secretaría de Educación Pública (SEP) y que llama el gobierno reforma educativa
. No para darle gusto a la CNTE –que ha dejado dos meses sin clases a los niños de cuatro de los estados más pobres del país, abriendo algo más la brecha educativa con el resto del país–, sino para revisar todo lo mal que se ha hecho en términos políticos y educativos y enderezarlo. Árbol que crece torcido jamás su rama endereza
, decían ya los abuelos de nuestros abuelos.
uál es la diferencia entre un testigo de Jehová, una familia fanática del islam, un grupo de jaredíes (judíos ultraortodoxos) y un premio Nobel? Después del 30 de junio pasado la respuesta podría ser… ninguna. Con la carta en que 110 laureados con el Premio Nobel denostaron a Greenpeace, acusándola de criminal, y defendieron a las gigantescas corporaciones que producen los alimentos transgénicos, se firmó un testamento que confirma el carácter intolerante y dogmático de amplios sectores de la academia, o su complicidad con los intereses corporativos. Nunca un conjunto de especialistas connotados, formados en las exigentes normas de la investigación científica, habían patinado tan bajo y mostrado tal nivel de fanatismo en nombre de la ciencia.
a política educativa de Peña Nieto pasará a la historia como uno de los episodios más lamentables de la educación pública en México. En el complejo devenir del casi centenario sistema educativo nacional es difícil encontrar otro periodo tan intenso de equívocos y desatinos. Por supuesto que no podría sugerirse aquí una mirada inocente de las políticas generadas a partir de 1921, año de creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), y sobra señalar que a lo largo de un siglo caben múltiples claroscuros. Sin embargo, la respuesta oficial a los problemas de la educación durante este sexenio resultó un claro fracaso.
l debate sobre los transgénicos ha tomado un nivel inusual y al mismo tiempo muy interesante. El pasado 30 de junio, 109 científicos ganadores del premio Nobel hicieron pública una carta que tiene como destinatarios a los líderes de Greenpeace, las Naciones Unidas y los gobiernos de todo el mundo. En la misiva fijan su postura sobre los cultivos y alimentos mejorados mediante la biotecnología; señalan que estos son tan seguros, si no es que más seguros, que los derivados de cualquier otro método de producción, y acusan a las organizaciones opuestas a la mejora vegetal moderna (con Greenpeace a la cabeza) de oponerse a las innovaciones biotecnológicas en la agricultura, de haber tergiversado sus riesgos y beneficios y además de apoyar la destrucción criminal de ensayos de campo aprobados y de proyectos de investigación
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n La cartuja de Parma, uno de los más bellos libros escritos en lengua francesa, Fabricio del Dongo, el antihéroe por excelencia, acaso el héroe más real, atraviesa el campo de batalla de Waterloo sin percatarse del combate. No ve nada de éste, de veras nada. Stendhal observa con genio: verse puesto en el centro de las cosas no es necesariamente la mejor situación para verlas y comprender lo que pasa.
ice la entrevistadora, periodista cultural y reportera investigadora Merry MacMasters que no es crítica de arte. No se autodenomina como tal y sus empeños no están en esa actividad, pero podría muy bien, si quisiera, funcionar de crítica. No obstante, aceptemos su empeño en el sentido de reunir opiniones que intentan analizar un fenómeno del que ella se ha percatado. La crítica de arte actual es muy diferente de la que se hacía hace 50 años o incluso 20 años
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