Abrirán exposición del autor renacentista en la sala Diego Rivera del Palacio de Bellas Artes
Parte de la colección de la Biblioteca Real de Turín se muestra por primera vez en un país de AL
Jueves 25 de junio de 2015, p. 4
Nadie como Leonardo da Vinci con el genio y el talento para transformar lo grotesco en algo sublime, para retratar las imperfecciones y defectos de la especie humana y la naturaleza en imágenes de sorprendente realismo y conmovedora hermosura.
Ello se refleja en la muestra Leonardo da Vinci y la idea de la belleza, que el viernes será inaugurada en la sala Diego Rivera del Palacio de Bellas Artes, que concluirá el 23 de agosto.
Integrada por 11 dibujos y bocetos originales del artista italiano y cuatro piezas de su círculo de colaboradores, es la primera vez que una parte de la colección de la Biblioteca Real de Turín se exhibe en un país de América Latina.
La llegada a México ha sido posible gracias a la colaboración de la Asociación Cultural MetaMorfosi y luego de haber sido montada en Virginia y Boston, con la curaduría de John T. Spike.
La muestra fue adaptada especialmente para esta ocasión con un diseño museográfico que conduce al espectador de manera ágil por ese afán del creador renacentista de explorar la combinación entre arte y ciencia, a partir de una secuencia que comienza con dibujos de insectos y culmina con una serie de retratos y bocetos de rostros humanos.
La sala se encuentra casi en penumbra, mientras cada una de las piezas destaca mediante una iluminación especial, confiriendo a la atmósfera un halo íntimo, dramático y de misterio, aunque eso dificulte la lectura de las cédulas de las obras.
Lo reducido del espacio hace prever cierta incomodidad y problemas para apreciar a detalle las piezas por los espectadores, que sin duda se volcarán en gran número ante la fama y el influjo de quien es uno de los más grandes artistas de todas las épocas.
En Marte, dos obras digitalizadas
La exposición Leonardo da Vinci y la idea de la belleza permitirá apreciar por vez primera en México el códice más famoso del artista, dedicado al vuelo de las aves, de 1505, considerado el primer estudio científico del vuelo. Integrado por 18 páginas, con dibujos y escritos, en él se muestra una reflexión sobre las aves y la mecánica de las alas, con la finalidad de crear una máquina para volar.
Una versión digitalizada de este volumen, así como del retrato del pintor italiano, se encuentran actualmente en la superficie de Marte, a partir de que, en caso de un encuentro con seres de otros planetas, se les considera las obras que mejor representan la inteligencia, el genio y la capacidad del género humano de crear belleza
, dijo ayer el director de la Biblioteca Real de Turín, Giovanni Saccani, durante un recorrido por la exposición.
El códice sobre el vuelo de las aves se exhibe dentro de una vitrina, abierto en dos páginas que permiten apreciar las facetas de Leonardo de arquitecto, ingeniero, estudioso de la naturaleza y también como ser humano, pues el ángulo superior derecho fue aprovechado por el también inventor para inscribir una serie de anotaciones personales.
En éstas se observa una lista con el dinero que debía dar a su ama de llaves para la comida de sus caballos, lo que destinaba para sus gastos personales y un listado de compras, todo eso anotado con la mano izquierda, con su característica escritura en espejo.
Además de tener la oportunidad de apreciar uno de los pocos poemas que existen de puño y letra de ese autor, no hay dibujo que no sea digno de detenerse y de causar azoro.
Incluso el retrato de un hombre viejo, con toda la serie de imperfecciones propias de la edad, es estremecedor por su realismo y gran belleza.
Lo mismo ocurre con estudios de bebés que Leonardo utilizó para representar al niño Jesús, aunque éstos por la ternura que suscitan en el espectador.
Una de las joyas de la muestra es el estudio para el ángel de la pintura La virgen de las rocas, de 1483, al plasmar el hermoso rostro de una persona cuyo sexo es imposible de determinar, algo que sólo alguien con el genio del creador renacentista podría lograr, afirmó Saccani.
El dibujo está trabajado con punta de plata, técnica que requiere de una estricta disciplina, pues no permite alterar o borrar el trazo. El valor de esta pieza reside en que es considerada la única evidencia de los preparativos del óleo que se exhibe en el Museo del Louvre.
De acuerdo con el director de la Biblioteca Real de Turín, es considerado no sólo el dibujo más bello de Leonardo da Vinci, sino del mundo, tanto que es utilizado como el símbolo de esa institución italiana, por lo cual es muy difícil que salga de ese recinto.