Portada
Presentación
Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega
Mempo, el resistente
Paula Mónaco Felipe entrevista
con Mempo Giardinelli
Patrick Modiano y el
encanto de la melancolía
Marco Antonio Campos
En espera de las luces
Víctor Vásquez Quintas
Ética y Política: crónica
de una tensa convivencia
Xabier F. Coronado
Luna Negra al son del
son en el sur de Veracruz
Alessandra Galimberti
Leer
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Alonso Arreola
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Te recomiendo tres discos
Muy seguido escucho la pregunta: “¿Qué proyectos nuevos e interesantes hay en el panorama musical de México?” Peor aún, escucho la aseveración: “Hacen falta grupos, músicos, compositores que tomen riesgos.” En ambos casos me asalta la vergüenza, primero por mi ignorancia y luego por la duda ajena. Suponer que en un país tan grande y vibrante –por lo malo y lo bueno– faltan artistas valiosos es absurdo. La música está allí, lo que cambia es nuestra relación con los fenómenos que la hacen relevante, con los puentes que nos llevan a ella. Es por eso que hace tiempo renuncié a actualizarme de manera forzada. Es por ello que, cuando me hacen las preguntas o comentarios citados arriba, recomiendo las cosas que voy hallando en bares, fiestas, juicios confiables o, por supuesto, en los discos que me hacen llegar quienes leen esta columna (¿tiene alguna recomendación que le parezca valiosa, lectora, lector?, haga contacto sin pudor alguno), como pasó con los nuevos lanzamientos de Dedo Caracol, Remmy y el dúo de Alejandro Colavita y Alejandro Saqui Salces, los tres vinculados por cierta animalidad.
Colavita y Saqui Salces presentan Cinema, obra notable del sello Cero Records. Uno manipula sintetizadores y el otro la guitarra eléctrica (tuvieron como invitados a María Urtuzuástegui en la voz y a Sergio Robledo en el acordeón). Ambos juegan con la tímbrica de objetos variopintos y voces, así como con un diseño de audio que apuesta tanto por la naturaleza como por el mundo urbano. Diez piezas sin título ni separaciones recorren 43 minutos musicalizando, según sus autores, “una película surrealista imaginaria”. Aunque por momentos reconocemos el rasgueo de cuerdas, una progresión armónica, una melodía vocal bañada por pájaros y lluvia, es verdad que el encendido de motores, el paso de aviones, la escasez de ritmo, las voces susurrantes, todo nos deja en un estado de flotación onírica.
Dicho de otra forma, la banda sonora de Cinema funciona para la película que decida imaginarse quien la escuche (ello no le quita unidad). A mí me asaltó un lunes temprano, angustiado por pendientes venideros, molesto por el inicio de las campañas electorales, sorprendido por la torcedura mental de quienes asesinan a estudiantes en África, impactado por la confirmación –según dicen los negociantes del aire– de quien, en el clímax de su oscuro narcisismo, forzó a los pasajeros de un avión a acompañarlo en su suicidio. Y funcionó. Amplificó mi guión. Mientras usted decide o no acercarse a su contenido, vale la pena decir que, involucrado en veinte producciones, Cero Records se autodescribe como un sello independiente “que tiene como objetivo producir y difundir propuestas musicales serias, originales, interesantes y diferentes, específicamente a través de lenguajes contemporáneos en la música de cámara, la música electroacústica, la música experimental y la improvisación libre”. Visítelos en: www.cero-records.com.
Por otro lado se nos aparece Remmy, quinteto de rock que confirma la inteligencia sonora del Jalisco actual. Trino, su guitarrista y cantante, me hizo llegar vía Facebook la canción “Corazón de Búho”, una suerte de diálogo con el libro Bestiario del escritor –también jalisciense– Juan José Arreola. Esa pieza nos llevó al resto de su nuevo disco, Animalario, que presentarán el próximo 8 de mayo en Foro Independencia de Guadalajara. Sí, hablamos de una obra que se inserta en la tradición zoológica pero de manera indirecta, merodeando la condición humana a través de alegorías en las que viven osos, reptiles, felinos, culebras, caballos, murciélagos, buitres y hasta un lagartoro mecánico. Con una dotación que suma otra guitarra, bajo, batería y teclados, Remmy produce rock, pero coquetea con el folk estadunidense, la música mexicana y una psicodelia latina que amplía su léxico en forma contundente. Animalario es su tercer disco luego de Ani y la manzana verde (cuento sónico en quince capítulos) y Vegetal. Búsquelos. Hágales eco.
Finalmente le recomendamos a Dedo Caracol, banda chilanga que presenta su segundo disco, Segundos, una placa brillante donde la sofisticación vence al músculo, en la que importa menos la distorsión que la eficacia melódica, la relojería rítmica, la expansión armónica. Acompañando las letras y guitarra acústica de Thomas Cathomen están Chepo Valdés (batería), Gerardo Greaves (bajo) y Noel López (teclado, guitarra), todos abocados a un rock-pop que se toma pausas para salir del horno pero que siempre parece estar a punto. Ojalá que encuentren la permanencia arriba y abajo del tinglado. Nos conviene a todos. Buen domingo. Buena semana. Buenos sonidos.
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