El Instituto Nacional Electoral (INE) propuso a los dirigentes de nueve partidos políticos negociar la firma de un pacto de civilidad para garantizar la realización de las elecciones en el país, sobre todo en Guerrero, y blindar las elecciones del 7 de junio, en lo que mostraron disposición todas las dirigencias.

Ivonne Ortega, secretaria general del PRI, fue quien informó que el instituto puso sobre la mesa la suscripción de dicho acuerdo en busca de garantizar que se efectúen las elecciones en Guerrero, donde hay focos amarillos y rojos.

Gustavo Madero, líder nacional del PAN, se encargó de vestir este convenio al señalar que propuso cuatro blindajes y que la negociación sea tripartita, o sea, que participe también el gobierno federal, concretamente la Secretaría de Gobernación, las dirigencias partidistas y el instituto.

Los cuatro puntos de blindaje planteados por el blanquiazul son los siguientes: garantizar la seguridad física de los candidatos, sus equipos y funcionarios del INE, cerrar el paso a la participación del dinero de procedencia ilícita, evitar que los candidatos tengan algún vínculo con la delincuencia organizada y el uso de los recursos públicos en las campañas por los gobiernos estatales, municipales o federal.

La reunión duró cerca de tres horas en las instalaciones del instituto. Al salir, ambos dirigentes partidistas señalaron que acordaron mantener reuniones periódicas cada mes para definir los términos del convenio.

Ortega fue quien confirmó que hubo disposición de todas las dirigencias (para firmar el pacto), se quedó en la mesa y se irá desdoblando.

Además, agregó que acordaron instalar una mesa de evaluación permanente, en la que todos los partidos pongan su voluntad, estructura y compromiso para que Guerrero pueda ejercer su derecho a elegir a sus gobernantes.

Si se consolida vamos a ser tres partes las que garanticemos el proceso, comentó Ortega, quien acudió en representación del dirigente nacional del tricolor, César Camacho Quiroz.

Señaló que Madero propuso la participación del gobierno y todos los partidos estuvimos de acuerdo en que habría que plantearlo. Por la mañana, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, eludió hablar del pacto y dijo que no había otro propósito más que analizar el comienzo del proceso electoral.

Una hora antes de que concluyera esta encerrona, el líder nacional del PRD, Carlos Navarrete, salió para ratificar su interés de garantizar el libre ejercicio del voto de los guerrerenses en el mes de junio.

Anunció que pidieron al INE que administre la chequera única del partido en coalición con el PT, o sea, que se encargue de gastar el recurso que le toca al PRD en campaña.

Se le preguntó si confían en el encargado del despacho de la Unidad de Fiscalización, Alfredo Cristalinas, señalado por la oposición de haber favorecido al PRI en 2012; comentó: Si no se tiene confianza en el órgano constitucional, entonces en quién.

El vocero del Partido Verde, Arturo Escobar, aprovechó para defender sus cuestionadas campañas de publicidad y calificó de ridículos los señalamientos de que han gastado 2 mil millones de pesos, pero no aclaró los costos. Anunció incluso que podrían aparecer más espots, porque ya fueron sancionados por las otras medidas cautelares dictadas.

Antes del encuentro, a las 18 horas, ocho líderes partidistas posaron ante los medios de comunicación acompañados de Córdova y de la mayoría de los consejeros, que habían llegado a las 17:30.

Justo cuando iban a romper filas apareció Navarrete a paso veloz, saludó de mano a quienes se encontraban en la primera línea y luego se incorporó al final del grupo para aparecer en la fotografía.

También acudieron los presidentes nacionales del PT, Alberto Anaya; de Nueva Alianza, Luis Castro; de Encuentro Social, Hugo Flores; del Partido Humanista, Javier López, y de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado. El único representante ausente fue Martí Batres, de Morena, quien anunció la víspera que no estaban dispuestos a participar, porque significaría avalar una simulación de diálogo y de acuerdos.