A la empresa Scytl, que iba a desarrollar el sistema de fiscalización de los partidos políticos en estas elecciones, le fue rescindido el contrato por el Instituto Nacional Electoral (INE).

Reunidos con los dirigentes de nueve partidos políticos, los consejeros informaron lo anterior y garantizaron que las funciones de revisión de los gastos e ingresos de los partidos políticos y candidatos se llevarán a cabo oportunamente y conforme a lo que mandata la ley, según un comunicado del instituto.

Al salir del encuentro con los consejeros electorales, Ivonne Ortega, secretaria general del PRI, comentó que el instituto oficializó la puesta en marcha del llamado plan B para la fiscalización, que consiste en el desarrollo del sistema por el INE con apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Con ello concluye el primer capítulo de dimes y diretes entre el instituto y esta empresa de origen español, que fue acusada de haber incumplido con la entrega del primer módulo de contabilidad del contrato para desarrollar el sistema de fiscalización, la columna vertebral de la reforma político-electoral, como ha señalado el presidente consejero del INE, Lorenzo Córdova. Esto porque ahora la fiscalización debe hacerse durante las campañas, no meses después de que se calificaron las elecciones.

El presidente de la empresa, Pere Vallés, acusó que había motivos políticos detrás de la decisión de rescindir el contrato y responsabilizó al responsable de la Unidad Técnica de Fiscalización, Alfredo Cristalinas, de ofrecer una colaboración extremadamente pobre y aumentar de 23 a 100 el número de requerimientos para instrumentar la contabilidad en línea de los partidos.

Anunció que para limpiar su imagen, además de presentar una denuncia contra el INE, desarrollarán un sistema propio, con una inversión de 3 millones de dólares, que pondrán a disposición de partidos políticos y asociaciones civiles para demostrar que el suyo cumple con la ley, en contraste con el del instituto, el cual, previó, será menor. De hecho, el módulo de contabilidad concluido por el equipo de Scytl fue presentado esta semana, pero el instituto declinó validarlo, según un oficio enviado por la compañía.