Llegaron los primeros telegramas
Se detuvieron las prensas y esperaron
Se realizaron comisiones a las autoridades pertinentes.
Pero el muerto no murió a la hora definida.
Todos se pusieron las corbatas negras
Ensayaron ante el espejo las poses de quebranto
Se escucharon los primeros sollozos y las tristes alabanzas.
Pero el muerto no murió a la hora definida.
Al final las horas se hicieron días
Esos terribles días de espera
Los amigos empezaron a reclamar
Cerraron sus oficinas suspendieron los pagos
Sus hijos andaban sueltos por las calles
Veían marchitarse las flores.
Pero el muerto no murió a la hora definida.
(Cuántas cosas que no se pueden prever
Cuántas consecuencias incalculables, cuántos sacrificios,
¿Ante quién reclamar responsabilidad o alzar la voz?
Pero el muerto no murió a la hora definida |