jornada
letraese

Número 200
Jueves 7 de Marzo
de 2013


Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate


Hepatitis C:
infección grave, pero curable

Rocío Sánchez/enviada

Hace apenas unas décadas se solía asociar las enfermedades crónicas del hígado con el consumo abundante de alcohol. La cirrosis hepática, principalmente, se atribuía sólo a este hábito, hasta que en 1989 se descubrió que un virus podía ser causante del daño, el de la hepatitis tipo C.
Lejos de la infección por tipo A, la más benigna, donde sólo hay que descansar y comer dulces para recuperarse, el Virus de la Hepatitis C (VHC) no produce síntomas, y para cuando éstos aparecen (pueden tardar hasta 20 años), el hígado ya se encuentra severamente afectado. A esto hay que sumar que los síntomas no son portentosos, la persona sólo experimenta una fatiga inusual y, en caso de que se realice un examen de sangre, el resultado arrojará un índice elevado de las enzimas llamadas transaminasas.
En la actualidad, se calcula que 1.4 millones de personas tienen el virus en México, mientras que la cifra de personas infectadas en América Latina alcanza los 8 millones, informó el doctor Nahum Méndez, presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado (ALEH), al participar en la V Reunión Latinoamericana de Hepatitis, efectuada en Cancún en febrero pasado.
El 85 por ciento de las personas que tienen VHC desarrollará una infección crónica, por lo que además de la cirrosis puede llegar a padecer cáncer de hígado. Según algunas cifras, el 25 por ciento de los casos de este cáncer en el mundo son causados por el VHC, pero de acuerdo con un estudio de la ALEH, esa cifra se eleva hasta 33 por ciento en la región latinoamericana.

¿Quiénes están en riesgo?
La mayoría de las personas que tienen el virus lo desconoce, pero históricamente, éste se ha transmitido por vías muy específicas. Antes de 1992, no se contaba con una regulación estricta de la sangre y sus derivados, por lo que personas que se hayan sometido a cirugías o transfusiones sanguíneas antes de esa fecha estarían en riesgo. Incluso es recomendable extender el lapso hasta 1995, sostuvo el doctor Francisco Sánchez, pues fue hasta ese año que las regulaciones de la sangre se implementaron plenamente.
El doctor Sánchez, quien es presidente de la Asociación Mexicana de Hepatología, señaló que también pudieron haberse infectado quienes fueron inyectados con las antiguas jeringas de cristal que solamente se lavaban o se hervían; quienes se hayan sometido a alguna cirugía o tratamiento dental; quienes se hayan hecho tatuajes o perforaciones, y las personas que usan drogas, no sólo inyectadas, sino también otras donde se comparten los utensilios, como la cocaína. El riesgo de adquirir el virus por la vía sexual existe, pero es muy bajo comparado con los otros factores.
Las personas con VIH/sida están en particular riesgo, pues el VHC comparte algunas de las vías de transmisión, por lo que es recomendable que una vez diagnosticadas con el virus causante del sida se les practiquen también pruebas en busca de hepatitis de los tipos C o B, ya que desarrollan cirrosis más pronto que alguien que sólo tiene el VHC. En caso de coinfección, es importante modificar el tratamiento contra el VIH para poder tratar la hepatitis C sin que haya interacciones entre los medicamentos.

La infección es curable
A pesar de que puede tener consecuencias graves, el sistema de salud mexicano no obliga a reportar los casos de infección por VHC, como sí lo hace con el VIH o incluso con episodios de otro tipo como la diarrea infecciosa. Esto dificulta tener una dimensión real del problema. Además, señaló Sánchez Ávila, hace falta mayor educación para los médicos de primer contacto para que logren identificar los factores de riesgo en sus pacientes.
La detección es sencilla a través de una prueba de sangre. Incluso existe ya una prueba rápida que busca el rastro del virus en la mucosa bucal, pero aún no está autorizada para su uso en México, dijo el especialista.
La buena noticia es que esta infección es curable, aun si la persona es diagnosticada en etapa de cirrosis. Esto hace que el cáncer de hígado por VHC sea el único realmente prevenible en el mundo.
Anteriormente, el tratamiento constaba de dos medicamentos, pero actualmente hay dos fármacos más, de la familia de los inhibidores de proteasa (una de las enzimas que conforman al virus), con lo que se han conformado esquemas de tres medicamentos que pueden reducir el tiempo de tratamiento, el cual antes era de 48 semanas y ahora puede ser de hasta 28 semanas.
Esta triterapia es más eficiente, pues permite incrementar la tasa de curación hasta en 30 por ciento, dijo el doctor Rafael Esteban, Jefe del Servicio de Hepatología del Hospital Vall d'Hebron, de Barcelona, y chairman del evento, convocado por el laboratorio farmacéutico Merck Sharp & Dohme. Es decir, se podrá curar hasta 70 por ciento de los casos, comparado con el 40 por ciento que sanaba antes. Los nuevos esquemas pueden utilizarse en pacientes que nunca han recibido tratamiento o incluso en pacientes que no han logrado la cura con otros esquemas.
Cabe señalar que existen 6 genotipos del VHC, de los cuales el genotipo 1 es el más frecuente en México y América Latina, y es justamente al que están dirigidos los dos inhibidores de proteasa, uno de los cuales ya está disponible en México.
El tratamiento, dijo el doctor Esteban, es costoso, ronda los 25 mil dólares por persona, pero siempre será costo-efectivo frente a un recurso extremo, como un transplante de hígado, que puede alcanzar los 150 mil dólares. Para evitar este gasto, la detección y el tratamiento son fundamentales. "Si no actuamos ahora, en 2020 tendremos cinco veces más casos en Europa ", advirtió.

Nuevas guías de tratamiento
Para unificar los criterios de tratamiento de la hepatitis C, se diseñaron unas guías de tratamiento donde se explican los estudios de seguimiento para esta infección, los esquemas de medicamentos y se expone la forma de tratar los efectos secundarios. El tratamiento puede traer consigo un cuadro parecido al de una gripe severa; baja en los glóbulos blancos, rojos y en las plaquetas; ronchas; mal sabor de boca y anemia.
Las guías estarán disponibles en línea a partir de las primeras semanas de marzo, y en este mismo mes se editarán en inglés, español y portugués. El objetivo es capacitar a un mayor número de especialistas en la prescripción de medicamentos contra el VHC y en el mejor diagnóstico, monitoreo y manejo de las complicaciones derivadas de la infección.

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Para mayor información sobre factores de riesgo o dónde hacerse la prueba de detección, se puede acudir a la Asociación Mexicana de Hepatología: 56394033, [email protected], www.hepatologia.org.mx

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