Número 200
Jueves 7 de Marzo
de 2013
Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER
Directora general
CARMEN LIRA SAADE
Director:
Alejandro Brito Lemus
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Una enfermedad
discapacitante
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Sin nada más que dolor en la zona lumbar, la persona piensa que pudo haberse lastimado por pasar mucho tiempo en mala postura. Ignora que sus vértebras pueden estar sufriendo una enfermedad crónica seria, la espondilitis anquilosante, que puede culminar con la fusión de los huesos de la columna y llevar así a la discapacidad.
Pamela López
"Empezó cuando yo tenía 17 años. De pronto un día dejé de caminar. Me acosté igual que siempre y al otro día ya no pude moverme; me caí a la hora de levantarme y de ahí vino todo", platica Marta a Letra S.
La espondilitis anquilosante es una enfermedad reumática crónica que se caracteriza por la inflamación constante y progresiva de las articulaciones vertebrales hasta que, con el paso del tiempo, se fusionan y, en la mayoría de los casos, provoca discapacidad a quien la padece.
"Es una enfermedad compleja", explicó en entrevista Julio César Casasola, médico especialista en reumatología y medicina interna del Hospital General de México (HGM), pues el síntoma inicial es un dolor de espalda constante por periodos prolongados de hasta tres meses y que, a diferencia del dolor lumbar clásico provocado por un golpe, mala postura o sobrepeso, que tiende a disminuir con el reposo, aquél mejora con la actividad física constante pero aumenta mientras el enfermo descansa.
"Ahora tengo 39 años y sé desde hace 15 que tengo espondilitis, pero el diagnóstico no me lo dieron sino hasta después de 8 años que volví a caer en cama. Algunos médicos me decían que era lupus, otros que tenía artritis reumatoide, pero nadie me daba un diagnóstico certero", recuerda Marta, quien se atiende en el Centro Médico Nacional La Raza.
El hecho de que el síntoma principal de la espondilitis sea un dolor lumbar dificulta el diagnóstico oportuno pues, de acuerdo con estudios epidemiológicos citados por el especialista, "todos en algún momento de la vida vamos a tener un dolor de espalda".
Con frecuencia, el dolor y la rigidez lumbar, síntomas que pueden aparecer incluso desde los 10 años de edad, se presentan junto con otros indicios como artritis o inflamación de las articulaciones, principalmente de rodillas y tobillos, y entesitis, un proceso de inflamación que afecta sobre todo las vértebras cervicales, la articulación sacroilíaca y los talones.
El grupo de mayor vulnerabilidad, explicó Casasola, son los hombres jóvenes menores de 30 años, pues por cada 3 hombres hay una mujer con espondilitis.
El especialista señaló que "difícilmente se inicia la sintomatología después de los 40 años de edad". En el caso del HGM, cerca de 40 por ciento de pacientes con espondilitis presentaron los síntomas iniciales antes de los 18 años.
Origen incierto
Los factores que determinan el desarrollo de la enfermedad en una persona son diversos y en ocasiones inciertos. Sin embargo, se sabe que la espondilitis tiene un origen hereditario. Puede padecerla el 90 por ciento de la población en cuyo código genético se encuentra la molécula HLAB27. El 10 por ciento restante son portadores de algunos otros genes.
El gen que predispone a tener la molécula HLAB27 está presente en el 5 por ciento de la población mexicana. No obstante, sólo 0.9 por ciento de los portadores desarrollan la enfermedad. Pero, ¿si ser portador de HLAB27 no indica necesariamente el desarrollo de la enfermedad, entonces qué sí lo hace? Hasta ahora sólo existe la hipótesis de que el contacto con alguna infección bacteriana, gastrointestinal o urinaria, aparte de la predisposición genética, determina que una persona desarrolle la enfermedad.
En México no existen estudios amplios que permitan determinar la población total con espondilitis, comentó Casasola. Sin embargo, un grupo de médicos del HGM realizó recientemente 4 mil 500 cuestionarios a una población aleatoria del poniente de la ciudad de México. De ellos, se diagnosticó con espondilitis anquilosante al 6 por ciento.
Tratamiento
Esta enfermedad se caracteriza por alternar periodos de estabilidad y recaídas, pero en cada recaída tiene complicaciones y deja secuelas cada vez más graves si no se trata. Ejemplo de ello es la uveítis anterior aguda, enfermedad que se presenta en el 30 por ciento de los enfermos con espondilitis en la que se inflama la parte interna del ojo y que, sin tratamiento, puede ocasionar la pérdida de la visión.
En México existe un retraso de 8 años en el diagnóstico, lo cual implica también la falta de tratamiento oportuno, el cual sólo sirve para contrarrestar el dolor, no para curar la enfermedad, pues no existe vacuna o cura para ella.
Entre los aspectos que mejoran la calidad de vida del paciente están educarse sobre la enfermedad, apegarse al tratamiento y acudir a terapias físicas y psicológicas para mejorar el estado de ánimo, que puede tornarse depresivo, explicó el especialista.
Casasola Vargas consideró que "es necesario considerar dentro de las políticas públicas a las enfermedades reumáticas como enfermedades catastróficas," pues afectan de forma importante la capacidad laboral, económica y la calidad de vida de las personas.
"Yo creo que el hecho de tener una enfermedad crónica termina afectando bastante toda tu vida. Ahora me dedico a cuidar a mis dos hijas y ellas son las que me levantan. Mi esposo, te soy honesta, se desespera. Pero mis hijas son las que me levantan; por ellas pienso que tengo que aguantar el dolor y seguir".
S U B I R
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