Mexicana, un negocio de saliva
¿Dónde anda el dinero de tu Afore?
Faquirismo en Conacyt
e acuerdo con datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en los pasados 10 años las importaciones de maíz se dispararon 143 por ciento, y se produjo una reducción sustantiva en el número de hectáreas destinadas a la siembra y la cosecha de ese grano. En el periodo, según ese mismo instituto, las importaciones de trigo y soya se incrementaron en 112 y 69 por ciento, respectivamente. Estas cifras han de cotejarse con las proporcionadas por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), de que el encarecimiento de los alimentos en el mercado mundial superó, en diciembre pasado, los niveles de la crisis de 2008. La misma FAO ha advertido que los costos de los granos básicos como el trigo, el arroz y el maíz –que el mes pasado se ubicaron en su nivel más alto desde agosto de 2008– podrían incrementarse más debido a las condiciones climáticas adversas.
México infortunado
uchos mexicanos viven en el extremo más infortunado, sin que se les pueda permitir hallar una mediación que le haga menos agobiante sus vidas. Es el caso de los trabajadores agrícolas, que además de ser explotados irracionalmente por los dueños de consorcios hacendarios, que buscan quedarse siempre con todas las ganancias sin ofrecerles beneficios, sólo reciben un salario de miseria. En las grandes ciudades, muchachos ni-nis, que ni trabajan ni estudian; en el México rural, muchachos casi esclavos que trabajan de sol a sol. Todos ellos viven en un presente: el de la extrema pobreza. Qué lamentable.
ientras sigue dedicado intensivamente a la expansión de los asentamientos ilegales, el gobierno de Israel también está tratando de resolver dos problemas: una campaña de lo que percibe como deslegitimación
–esto es, objeciones a sus crímenes y retirarse de participar en ellos– y una campaña paralela de legitimación de Palestina.
egún parece desprenderse del animado debate político y académico de las semanas recientes, el segundo del siglo traerá transformaciones globales de mayor trascendencia que las nada desdeñables que marcaron un primer decenio iniciado con los atentados del 11/9, concluido en los estertores de la Gran Recesión. 2011 y algunos más deberán ocuparse sobre todo de atender las secuelas pendientes y quizá no sea hasta la segunda mitad del decenio, más allá de 2015, cuando en realidad se manifiesten las potencialidades que apenas se apuntan. Se esbozan enseguida algunas de las tendencias globales que habrán de manifestarse a lo largo del año y del decenio.
uando pensé coordinar un libro bajo el título La Iglesia contra México (Orfila, 2010), no imaginé que la misma jerarquía eclesiástica católica se encargaría de promoverlo gracias a sus declaraciones. El primer obispo que respingó fue el de San Cristóbal de las Casas, quien no pertenece al grupo de los jerarcas más conservadores. Este obispo, Felipe Arizmendi, publicó un artículo el 16 de diciembre pasado en El Sol de México con un título equivocado y un contenido defensivo. El encabezamiento de su artículo decía: Intelectuales contra Iglesia
, cuando que el libro no es contra su Iglesia, sino sobre ésta, justamente para demostrar que está en contra del laicismo que nos hemos dado los mexicanos con muchas dificultades y de políticas que ahora la arquidiócesis de México califica, en referencia a las autoridades del Distrito Federal, de talibanes laicistas
.
ue un año difícil para muchos, aunque seguramente también habrá quienes a la distancia recuerden 2010 por acontecimientos felices, por decisiones personales que fueron en sí mismas una profesión de optimismo. Los que se casaron –o iniciaron una vida de pareja– estuvieron dispuestos a inventar un principio, lo hicieron de buen ánimo y con la esperanza de vivir por siempre felices
; muchos de los que se descasaron vieron en la ruptura un nuevo comienzo cargado de promesas. Quienes tuvieron una hija –o un hijo– expresaron así su fe en el futuro, y lo recibieron con la secreta y no siempre explícita convicción de que traería su torta bajo el brazo. También hubo quienes abandonaron un empleo que no les satisfacía y se lanzaron a fundar un negocio –audaces ellos. Otros decidieron seguir estudiando, de ahí el éxito de los muchos diplomados que se ofrecen por todo el país sobre los más diversos temas, cuando no se inscribieron a algún curso de idiomas.
na de las grandes cuestiones teóricas planteadas en las ciencias sociales y en el debate político es la que se refiere a la relación entre democracia e igualdad o, para usar la fórmula tradicional, al vínculo entre justicia social y régimen democrático. Al respecto, sin entrar en los detalles de las divergencias en esta materia, en particular las que ven una disyuntiva irreconciliable entre democracia formal y democracia real, lo cierto es que el asunto tiene en nuestro país una viva historia, jalonada por extraordinarios momentos de reflexión intelectual. Volver a ellos, releerlos, nos ayuda a valorar el complejo camino recorrido y pensar en nuevas hipótesis para el futuro. Me refiero, por ejemplo, al libro coordinado por Rolando Cordera y Carlos Tello (La desigualdad en México, Siglo XXI Editores, 1984), donde Carlos Pereyra reflexiona, justamente, en torno a la desigualdad política
, concebida como un componente sustantivo en el contexto del fenómeno más general abordado por la obra colectiva.
l cambio en marcha del modelo económico marca un hito decisivo en Cuba y, probablemente, en la historia mundial de luchas por el socialismo debido a la singularidad que ha caracterizado a aquella y su ascendencia en los movimientos trasformadores a escala latinoamericana, tercermundista y universal. La actualización
del modelo –no reforma desmanteladora– se propone preservar el rumbo socialista, en que será la planificación y no el mercado el rasgo distintivo de la economía
y, por consiguiente, mantener y elevar la calidad de las conquistas en educación y salud gratuitas así como seguridad social para todos, cuya sostenibilidad es imposible con el modelo económico en vigor. Para lograrlo, prevé una descentralización progresiva de las decisiones, ahorros sustanciales de recursos, aumentar exportaciones, sustituir importaciones, potenciar la oferta de productos al mercado interno, hacer que el salario remunere de veras los resultados, elevar la productividad en relación con el salario medio, instaurar un sector de trabajadores por cuenta propia y microempresarios como fuente de empleo para cientos de miles que quedarán disponibles en las nóminas infladas del Estado y como palanca creadora de producciones y servicios que la empresa estatal no ha podido solventar; trasformar en cooperativas numerosas empresas públicas como peluquerías, talleres de mecánica automotriz, servicios gastronómicos y de taxis.
na de las principales lecciones que nos ha dejado 2010 es que la crisis económica no ha terminado. Desde mediados de 2009 casi todas las economías lograron detener la recesión y con dificultades empezaron a crecer. Parecía que tras un semestre de altibajos 2010 sería el año de la consolidación económica. No fue así. La crisis continuó, expresándose en una abierta contradicción entre las necesidades de las poblaciones de países con mecanismos de cobertura social extendidos, determinados por las responsabilidades del estado de bienestar, y los requerimientos de unos mercados que exigían la reducción de la deuda pública.
n el año que terminó, el gremio teatral se vio enlutado por los decesos de la excelente dramaturga y directora de teatro para niños Perla Szuchmacher y el inmenso actor Claudio Obregón. Los últimos días de 2010 se ensombrecieron por la pérdida de Héctor Mendoza, el creador –como bien dijo Luis de Tavira– del teatro moderno en nuestro país.