Número 168
Jueves 1 de julio
de 2010


Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

El dolor comienza a invadir las articulaciones. Casi simpre por pares, puede extenderse a la cadera o el cuello. Es la artritis reumatoide, afección que no sólo es discapacitante y afecta la libertad de movimiento de quienes la padecen, sino que también puede poner en riesgo órganos vitales, como los pulmones.

Christian Rea Tizcareño

“¡No sufra más! Si usted está desahuciado venga. Yo tengo el remedio que en 6 días lo comienza a aliviarse (sic) gracias a Dios… Nosotros vamos a su domicilio si su enfermo no puede caminar… Se curan con yerbas limpias y extractos naturales”, oferta un volante a la salida de un hospital. Dice ser la solución para cerca de un millón 300 mil personas que padecen artritis reumatoide (AR) en el país.

En contraste, Lucio Ventura Ríos, médico del Hospital Central Sur de Alta Especialidad de Petróleos Mexicanos, explica en entrevista telefónica que la AR es una enfermedad crónica, incurable y de causas aún desconocidas para la ciencia. Esta patología inflamatoria afecta principalmente las articulaciones, pero también puede dañar, conforme progresa, órganos como ojos, pulmones y riñones. La detección temprana, es decir, en los primeros tres años de evolución, es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

De acuerdo con el integrante del Colegio Mexicano de Reumatología, el “arsenal de terapias alternativas” no ha demostrado sanar la AR. Los “charlatanes” abusan de la desesperación de la gente, se aprovechan de la falta de un programa de difusión de información permanente en el país en torno al tema y se sirven del “pensamiento mágico” existente. Por ejemplo, que es un castigo o se puede aliviar con piquetes de abeja. Las consecuencias, “catastróficas”: retraso tanto en el diagnóstico como en el acceso a terapias certeras.

Las creencias vs. los hechos
Por cada hombre con AR hay tres mujeres, de las cuales, las más afectadas son las jóvenes. En las estadísticas repuntan los periodos de 30 a 35 y de 55 a 60 años de edad. En este sentido, se ha pensado que las hormonas femeninas pudieran incidir en el desarrollo de la enfermedad, mas sólo es una hipótesis. Lo que sí ha verificado la investigación científica como factores desencadenantes de esta patología son el tabaquismo y una predisposición genética, comenta Ventura Ríos.

Es falso que la génesis de la AR esté en el uso de teclados y el consumo de carnes rojas. Tampoco tiene su origen en cambios bruscos de temperatura, infecciones virales o ingesta de medicamentos con efectos negativos sobre las articulaciones, pero estos factores sí pueden agravar el cuadro clínico de quien ya tiene predisposición a presentar artritis. Las esperanzas prometidas por la ozonoterapia y la orinoterapia también son falaces, aclara el médico reumatólogo e internista.

Enfermedad devastadora
El especialista recomienda combinar las medicinas para la AR con fisio, hidro y psicoterapia; no obstante, reconoce que atención alópata, masajes, salud mental y gastos como traslados al hospital, en conjunto implican un gasto de aproximadamente 30 por ciento del ingreso familiar. Según el tipo de tratamiento, el gasto puede ascender hasta 180 mil pesos anuales. Ambas cifras son “devastadoras” para quienes sólo ganan el salario mínimo (entre 54.47 y 57.46 pesos diarios).

En México, las personas con AR llegan a los servicios públicos especializados en etapa avanzada: tres años después de manifestarse la enfermedad en el organismo. En otras palabras, con un daño articular que podría haber provocado ya discapacidad y, por ende, dificultad para caminar, vestirse e incluso comer, advierte el autor del texto Artritis reumatoide: Las preguntas más frecuentes.

Otro riesgo para los pacientes artríticos es recibir atención clínica con personas “que se anuncian como médicos pero en realidad son charlatanes”. Ventura Ríos se refiere a quienes recetan de forma indiscriminada esteroides, fármacos antiinflamatorios “muy potentes” que sirven cuando se usan adecuadamente pero en dosis excesivas causan incremento exacerbado de peso y presión arterial, diabetes y descalcificación.

En cuanto a la salud sexual y reproductiva, asevera el experto, el reumatólogo debe decirle a sus pacientes que a pesar de la gravedad, su enfermedad se puede controlar, y así llevar a cabo una vida placentera de pareja. Si las articulaciones de caderas y rodillas están afectadas, habrá poca movilidad para la vida erótica. La psicoterapia puede ayudar, sobre todo para enfrentar posibles depresiones.

En el país ha habido campañas informativas sobre AR; sin embargo, “no existe como tal un programa, han sido intentos por lapsos cortos”. El Colegio Mexicano de Reumatología ha insistido a los legisladores de la República que la enfermedad sea considerada por el Estado como “catastrófica”, debido a los costos sanitarios y económicos que genera.

S U B I R