Número 165 |
La dificultad o imposibiidad de contener la orina es un problema médico que con frecuencia se oculta debido a la vergüenza que genera en quienes lo padecen. Por fortuna, existen varias opciones para su tratamiento, el reto es superar el prejuicio que evita que las personas afectadas soliciten atención médica. Leonardo Bastida Aguilar Una urgencia incontrolable de ir al baño, una frecuencia urinaria de más de ocho veces al día o más de tres veces durante la noche, escapes de orina al no poder llegar a tiempo al baño, dolores en el área abdominal y la necesidad de utilizar paños protectores por cualquier emergencia, son signos de incontinencia urinaria. Definida como la pérdida de la facultad de regulación voluntaria de los esfínteres vesical y uretral, con emisión involuntaria de orina, la incontinencia urinaria es un padecimiento que va más allá del ámbito de la salud y trasciende a lo social, explicó a Letra S Miguel Ángel Reyes Gutiérrez, cirujano urólogo del Hospital General de México. El experto explicó que existen varios tipos de incontinencia urinaria: la producida a causa de un esfuerzo físico o al momento de reír, estornudar, toser o cargar un objeto pesado; la de emergencia, precedida por un deseo muy grande de orinar y que se presenta de manera súbita; la de rebotamiento, causada por una obstrucción urinaria que provoca el llenado de la vejiga y su posterior vaciado, y la mixta, en la cual se combinan la incontinencia por urgencia y la de esfuerzo. Estudios en España, Estados Unidos y México revelaron que uno de los principales causantes de esta enfermedad es la vejiga hiperactiva, la cual provoca principalmente incontinencia urinaria de emergencia. Vida social afectada La vida sexual también se ve afectada al grado de interrumpirla. Luego de realizar estudios en su unidad médica, Reyes encontró que 40 por ciento de las mujeres que padecen esta enfermedad ha dejado de ser sexualmente activa. El miedo a que se salga la orina o que al momento del coito sientan ganas de orinar son las principales preocupaciones de las pacientes, señaló. La Universidad de Guadalajara encuestó a 352 mujeres entre 15 y 85 años, y encontró que 27.8 por ciento reconocía padecer incontinencia urinaria. Los análisis muestran que en las mujeres se observa que la prevalencia aumenta gradualmente mientras más edad se tiene. La incontinencia urinaria de emergencia es la más común entre mujeres menores de 60 años y aumenta su frecuencia con la edad, mientras que incontinencia mixta es la más frecuente entre las mujeres mayores de 60 años. Sin embargo, existen opciones de tratamiento. Reyes Gutiérrez indicó que este padecimiento puede ser solucionado con una intervención quirúrgica o medicamentos. para controlar las contracciones, para que el paciente tenga una mejor capacidad en la vejiga y disminuya su frecuencia urinaria. Para esto última opción se utiliza la toxina botulínica tipo A, un potente bloqueador de la capa neuromuscular que provoca la contracción del músculo de la vejiga. Sin embargo, mencionó el médico, el principal enemigo a vencer es el miedo de la gente para que acuda a los servicios de salud y vea a este padecimiento “como algo normal y de la edad”.
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Violencia, mujeres y VIH Opinión La República laica Carlos Monsiváis LA CONTRA Calidad de vida Cumbre VIH 2010 Eficacia de los tratamientos antirretrovirales Editorial
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