Bastardos sin gloria
Felipe, en el cine mudo
Fox se escribe epitafio
Uno más una
Estrategia equivocada
El gasolinazo del sábado
Es más cara aquí que en Estados Unidos
Mercado libre no cumple
Calderón en su laberinto
Pronósticos fallidos
Balance aciago
México. PIB 2009
El Diario*
Chivas ya dio la muestra
Cruz Azul y Pumas empiezan a repuntar
oy, en nuestro país, la celebración oficial del Día Internacional de la Mujer no sólo debe cotejarse con los avances logrados por las mexicanas en años recientes, sino también con las circunstancias desfavorables, lacerantes y hasta trágicas que enfrentan millones de ellas a raíz de la disolución del estado de derecho en diversas regiones del país, de la crisis económica y de la ofensiva clerical y conservadora orientada a privar a la población en general, y a las mujeres en particular, de derechos reproductivos y de género.
Día de la mujer, de resistencia
n todo el mundo, y en particular en nuestro país, la embestida neoliberal ha vulnerando conquistas históricas de diversos sectores, y de manera criminal los de las mujeres. Los recientes gobiernos se han empeñado en desconocer derechos plasmados en la Constitución, o en frenar el avance de importantes luchas. Para el caso de las trabajadoras, la agresión es evidente: vía decreto de extinción, el gobierno federal nos niega el primordial derecho al trabajo, y sin él tenemos coartado el acceso a la salud, al alimento, a la vivienda y a la educación.
l miércoles pasado se efectuó una gran protesta a lo largo de todo el estado de California en contra de los drásticos recortes al presupuesto en educación. Decenas de miles de estudiantes, profesores, padres de familia, trabajadores y representantes de diversas agrupaciones sindicales marcharon por las calles de las principales ciudades del estado reclamando al gobernador y al Congreso estatal los draconianos recortes que ha sufrido el sistema educativo en todos sus niveles y los que se prevé sufrirá en el futuro.
urante el autoritarismo del régimen del partido de Estado, los ciudadanos ocasionalmente llegábamos a atestiguar la renuncia de uno que otro funcionario responsable de abusos de autoridad o actos de corrupción. Hoy ni siquiera estas victorias pírricas nos son permitidas. Aun cuando existe evidencia contundente de actos ilícitos o irregulares, los gobernadores o secretarios involucrados simplemente se niegan a dar la cara y continúan en el cargo como si nada hubiera ocurrido.
econocidos especialistas en urbanismo y los organismos internacionales han advertido en sus estudios e informes que las ciudades deben resolver cuatro problemas fundamentales: el distanciamiento social y económico, el abastecimiento de agua, el sistema de transporte y el abasto de alimentos. En todos los casos estudiados en los países industrializados y en los que se encuentran en vías de desarrollo, los expertos insisten en que las ciudades deben captar el máximo de lluvia, generar agua limpia y reciclar todo el líquido que utilizan. Es lo que plantean los programas oficiales sobre el tema, lo mismo en Nueva York que en Chicago, Pekín, Dehli, Tokio, París, Santiago de Chile, Sao Paulo o Moscú. Esto incluye el rescate ambiental de los ríos que dan vida a las ciudades y que, con excepciones, se encuentran contaminados por las aguas negras de los asentamientos humanos, la industria y los servicios. Una de las obras que deja muy adelantada la presidenta de Chile, la señora Bachelet, es precisamente el saneamiento del río Mapocho. Las aguas negras que llegan a ese afluente ya son captadas, en su mayoría, por un colector que las lleva a plantas de tratamiento.
l Congreso y la Corte se ocupan ahora de apretar una tuerca más del estado de excepción. Se adopta así la tendencia dominante en el mundo, cuando categorías enteras de ciudadanos, que no pueden ser integrados en el sistema político, quedan expuestos a una guerra declarada en el curso de la cual el estado de derecho se desmantela progresivamente. Se extiende hoy a México la criticada Ley Patriota estadunidense, que el presidente Obama y un Congreso Demócrata han dejado intacta.
l México de Felipe Calderón se mira en el espejo colombiano. Si Colombia es el modelo de un Estado autoritario de tipo contrainsurgente, Medellín es el modelo paramilitar, que con base en la seguridad ciudadana
se intenta imponer en Ciudad Juárez, Chihuahua, como laboratorio de una guerra urbana a expandir en plazas como Reynosa, Nuevo Laredo, Tampico o Morelia. Ambos modelos se nutren de la excepcionalidad y la violencia reguladora. Para funcionar tienen que recurrir a medidas de excepción, y dado que lo que está en disputa es la hegemonía y el dominio territorial de amplias zonas del país bajo control de mafias criminales, el régimen de Calderón utiliza en la fase actual los aparatos coercitivos del Estado para tratar de imponer nuevas reglas de juego. Un nuevo orden
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o se trata de una cuestión ideológica relacionada con la esperanza irremediable de que un mundo mejor es y debe ser posible.
a condición de ciudadanos no es un regalo de nadie, es un derecho. Otra cosa es que sea efectivo más allá de las más esenciales formalidades. Sí, es cierto, podemos ir a las urnas y emitir un voto periódicamente. Después de eso, estamos prácticamente inermes ante la falta de rendición de cuentas y la impunidad reinantes.
unca llegaron adonde estaba La Constancia ni las monterías de los madereros, ni los pastizales de los ganaderos, aquellos grandes arrasadores de la selva del siglo XX. Al internarnos, salían a nuestro encuentro caobas intactas y majestuosas, ceibas centenarias, un entramado de enredaderas, bromelias y lianas listas para cerrarse inmediatamente tras nuestros pasos, negándose a ser camino. Rugidos, gruñidos, quejas inexplicables, chirridos, bramidos, croares, aleteares sorpresivos. La vegetación crecía aprisa, a nuestros ojos, sin necesidad de la cámara rápida de los documentales de divulgación científica.
n el ánimo del que escribe, el centenario del nacimiento del poeta español Miguel Hernández, a quien esta mañana El País Semanal le dedicaba un extenso tributo. En el recuerdo el poeta mediterráneo, viendo aparecer uno a uno los toros de Barralva, otra conformación que los acostumbrados cada domingo, descendientes de los toros de Saltillo. Los toros de Barralva, altos, guapos, bien plantados, salían buscando un capote mariposero que los envolviera en el meceo de un arrullo maternal y con una media bien toreada les amortiguara la raza. Bravos con los caballos todos los lidiados y sobresalientes en el trapo rojo los tres primeros, el segundo mereció el arrastre lento, los tres siguientes no tanto. El quinto áspero y con dificultades permitió apreciar la torería del diestro colombiano Luis Bolívar que se presentaba en el coso de Insurgentes y confirmó la alternativa española, realizando una faena dominadora a un bicho dispuesto a mandarlo al hospital y que puso de pie a los aficionados.