nte el rebumbio antitaurino que se traen algunos sectores en Cataluña, sobre todo partidos políticos y cierta ciudadanía falsamente modernizada, pues prohibir por antojo es debilidad de mentalidades inquisitoriales, aficionados pensantes de la península han alzado su voz en defensa de la tradición taurina de España, entre otros el catedrático y ensayista Andrés Amorós, quien expone un interesante decálogo taurino que vale la pena conocer y sobre el que es necesario reflexionar, pues como todo decálogo que se respete también éste es cuestionable.

Enlista Amorós sus mandamientos taurinos: 1. Como cualquier otro arte, la tauromaquia supone una adhesión libre (…) La Fiesta es hoy universal, pero en todo el mundo se la ve como algo nacido en España; 2. La Fiesta forma parte del patrimonio cultural de España y de la Humanidad en el ámbito inmaterial; 3. La tauromaquia es la Fiesta del toro bravo, sin éste, simplemente no existiría (…) Este hermosísimo animal no es naturaleza sino cultura, fruto de un delicado proceso de selección, una creación humana;

4. Posee la Fiesta un valor ecológico absolutamente indiscutible que ha permitido la conservación de una gran extensión de dehesas andaluzas, extremeñas y salmantinas: cerca de 400 mil hectáreas de tierras que no permiten otro cultivo se mantienen hoy gracias a la cría del ganado bravo; 5. La tauromaquia ha sido siempre y sigue siendo una fiesta popular: del pueblo que somos todos. En ella participan libremente aficionados de todas las ideologías, clases sociales y niveles económicos;

6. Para el pueblo español, el torero es un verdadero héroe: uno de los pocos que quedan, en un mundo cada vez más prosaico; 7. Como fenómeno artístico y cultural, la tauromaquia ha ido inexorablemente unida a la historia de España; 8. Como espectáculo popular que atrae a millones de espectadores, la Fiesta supone una importante actividad económica, crea muchos puestos de trabajo y genera muchos ingresos, directos e indirectos (…) Se habla de cerca de 200 mil personas en empleos directos y de un volumen anual de unos mil 500 millones de euros (27 mil millones de pesos);

9. El léxico taurino impregna nuestro lenguaje coloquial, y 10. Como es bien sabido, la Fiesta ha suscitado infinidad de creaciones culturales de indudable categoría: poemas, novelas, comedias, ensayos, pinturas, esculturas, óperas, música sinfónica, flamenco, canciones populares, películas..., concluye Amorós.