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Le Laboratoire de Julien Cuisset
Julien Cuisset llegó a México hace aproximadamente ocho años a trabajar en la Misión Económica de la Embajada de Francia, donde se desempeñó en la sección cultural en comunicación y relaciones públicas. Muy pronto se integró a la comunidad mexicana y estableció lazos con artistas e instituciones para desarrollar proyectos vinculados con Francia y nuestro país. Hace unos años decidió independizarse para desarrollar libremente su vocación de promotor cultural y creó “arteria”, una plataforma virtual desde la cual organizó, en 2006, dos muestras de Mario Nuñez y una de Tomás Casademunt. Su actividad fue tomando vuelos más altos y la incipiente galería virtual “arteria” devino Le Laboratoire , un proyecto más ambicioso que se inició hace unos meses con la organización de la magnífica exposición De lo real a lo imaginario, obra gráfica de James Ensor en el Museo Nacional de Arte (MUNAL); puntossucesivos, pintura de Mario Nuñez en la Celda Contemporánea de la Universidad del Claustro de Sor Juana; y la exposición de Jorge Yázpik en la Casa Barragán , una muestra fascinante que reunió esculturas de gran formato que establecían un diálogo poético con el espacio que fue la casa-habitación de nuestro más grande arquitecto quien, me atrevo a pensar, habría estado fascinado de ver esas sugestivas y misteriosas piezas colocadas con precisión en distintos puntos de su creación.
El proyecto virtual Le Laboratoire (www.lelaboratoire.com.mx) se consolida con la apertura de un espacio de exhibición inaugurado el pasado 26 de agosto en la calle Vicente Suárez 69, departamento 2, en la colonia Condesa (visita con previa cita). A decir de su creador, Le Laboratoire se perfila como “una incubadora de arte, un puente entre los creadores y los actores del mercado, y tiene como metas apoyar a los artistas de la galería y desarrollar nuevos proyectos a través de servicios de consultoría”. Su objetivo es también proponer exposiciones en otros recintos e instituciones y crear un puente entre Francia, Bélgica y México, aprovechando sus lazos y conexiones con esos países europeos, y la invitación que recién le hizo la embajada francesa a colaborar como asesor para asuntos culturales.
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Foto: Le Laboratoire |
La muestra inaugural de Le Laboratoire, que estará en exhibición hasta el 4 de octubre, reúne obra de pequeño formato de Jorge Yázpik, y ésta significa la contraparte del portentoso trabajo que se presentó en la Casa Barragán. El espacio de Julien Cuisset es reducido, sobrio, luminoso y silencioso, y las pequeñas esculturas que eligió para esta muestra encuentran aquí el lugar ideal para despertar en el espectador una sensación de paz y relajación. La variedad de materiales que Yázpik utiliza y combina con una sensibilidad extrema, cobran una importancia vital en estas obras que se antojan acariciables a la vista y al tacto. No puede uno evitar tocar la superficie tersa y brillante de sus bronces de pátina verde azulada que semejan lajas de turquesa tibetana. La rugosidad de la piedra volcánica aquí se torna sedosa en sus construcciones con plata oxidada, y la textura de las maderas veteadas emana la calidez del trópico donde se originaron. Es una delicia constatar la habilidad de este escultor para combinar materiales aparentemente antagónicos, cuya unión sutil y puntual crea un efecto de equilibrio y armonía en el sentido del ying y el yang, la perfecta unión y complemento de los contrarios.
Otra característica del trabajo de Yázpik es su capacidad de crear juegos ópticos y atmósferas misteriosas a partir del concepto del vacío y de la perspectiva. Sus pequeñas piezas están diseñadas en torno a vericuetos o laberintos que el ojo curioso recorre para dejarse extraviar en dimensiones desconocidas. Las piezas varían y cobran diferentes sentidos dependiendo del ángulo desde el que se las mire. Algo similar sucede con sus obras sobre papel, en las que el autor imprime en serigrafía un diseño de líneas geométricas alusivo al proyecto de plataformas no realizado en el lago de Texcoco. Este diseño se ha constituido en una especie de pattern recurrente en diferentes trabajos, tanto en sus relieves escultóricos, como en sus rompecabezas y obras sobre papel. En éstas, Yázpik recorta con suma delicadeza fragmentos del dibujo impreso y el papel se mueve libremente, creando oquedades y sombras que intrigan al espectador.
La elegante y poética exposición de Jorge Yázpik en Le Laboratoire es ejemplo de la contundencia del “menos es más”, y reflejo de la sensibilidad de Julien Cuisset como curador, museógrafo y promotor cultural.
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