Portada
Presentación
Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA
Un pornógrafo sublime
RAÚL OLVERA MIJARES
Poética
ARIS ALEXANDROU
La batuta de Morricone
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR
Morricone en Oriente
LEANDRO ARELLANO
Ricardo Martínez:
rigor y poesía
MARCO ANTONIO CAMPOS
Escribir y ser otro
JUAN MANUEL GARCÍA Entrevista con MARIO BELLATIN
Leer
Columnas:
Mujeres Insumisas
ANGÉLICA ABELLEYRA
Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA
Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA
Cinexcusas
LUIS TOVAR
La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA
A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR
Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO
Cabezalcubo
JORGE MOCH
Directorio
Núm. anteriores
[email protected]
|
|
Algo similar a lo que Leandro Arellano cuenta sucedió hace poco en Seúl, bien puede ocurrir dentro de unos días en México: que “el público se entregue al compositor con entusiasmo” y lo aplauda de pie durante minutos interminables. Ese compositor, cercano a las ocho décadas de vida, es el italiano Ennio Morricone, quien, de acuerdo con lo que Enrique López Aguilar nos revela, tomará la batuta bajo una advertencia importante: “si la audiencia viene para mirar mis gesticulaciones, mejor que espere afuera de la sala de conciertos”. Morricone ha hecho bastante más que componer la música para El bueno, el malo y el feo, La misión, Érase una vez en América y muchas otras películas, y tanto los conciertos que ofrecerá en nuestro país como los textos aquí presentados son testimonio de ello. El número se completa con un poema de Aris Alexandrou, un texto de Raúl Olvera sobre García Ponce y otro de Marco Antonio Campos sobre Ricardo Martínez. |