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Ángeles
Para Juan Domingo Argüelles ...quita el agua y pon el sol, ... pon el sol ...quita el agua... dos, tres, quién sabe cuántos días. Y nuestras voces apenas se oían. Aunque gritáramos. Acurrucados todos en la cama de mamá, ella en la mecedora, cosiendo. Ya duérmanse. Anita repitiendo. Que vengan sus ángeles, mamá, que le ayuden a quitar la lluvia; en el techo de lámina el redoble apretado, insistente, arreciando a ratos, que no nos dejaba oírnos siquiera. Del fondo del baúl la sacó mamá; le costó trabajo hallarla, tuvo que revolver muchos trapos; una estampita ajada: San Isidro al pie de un árbol, en oración, y al fondo unos ángeles que araban con una yunta de bueyes. La recargó en el trastero, le acercó la veladora, un vaso de agua, una cruz chiquita de pericón, ya seco; nos dejó que la besáramos. Ya duérmanse, es tarde, mañana hay sol.
No me despertó la luz, sino la boruca de Anita; la voz de mamá era un susurro, Sosiégate, niña, son golondrinas. |