Más
de tiburones y rayas
Una
inmensa mayoría, precisamente quienes tienen interés
en que en México exista una pesca responsable y se cuiden
los recursos naturales, recibió con beneplácito la
publicación en febrero pasado de la Norma Oficial 029 para
regular la pesca de tiburones y rayas en México.
Se trata de especies
que cumplen una importante tarea en la vida marina y que por eso
mismo debían cuidarse al máximo.
Sin embargo, una pesca
irresponsable, que en ocasiones utiliza redes que llegan a medir
hasta dos kilómetros de largo, les ha causado una mortandad
indiscriminada afectando también a miles de mamíferos
marinos, aves, tortugas, así como a los ecosistemas donde
éstos viven y se reproducen.
Ello explica por qué
hoy se capturan cada vez más ejemplares juveniles que por
eso no llegan a su etapa de reproducción.
La magnitud de lo que
está pasando se expresa al señalar que, en apenas
quince años, la captura de tiburón en aguas nacionales
disminuyó más de una quinta parte.
Fue hace casi veinte
años cuando los especialistas comenzaron tareas a fin de
que el gobierno federal regulara por medio de una Norma Oficial
esta pesquería y evitara su colapso final. En elaborar dicha
norma participó un grupo técnico establecido en 1996
y el cual realizó diagnósticos sobre los tiburones
y otras especies marinas, así como consultas públicas
en ambos litorales con los sectores productivos y académicos.
Los participantes plantearon
numerosas propuestas para regular los sistemas de pesca, las vedas
y todo lo que contribuyera a garantizar una actividad responsable.
Se trata de una tarea que se observa también a nivel mundial
y ya dio un fruto muy importante: el Plan de Acción Internacional
para el Manejo y Conservación de Tiburones alentado por
las Naciones Unidas a través de la FAO.
El esfuerzo nacional
en la materia se plasmó en la primera NOM-029 publicada en
julio de 2002. Mas la oposición de algunos prestadores de
servicios turísticos hizo que el gobierno pospusiera la fecha
de su entrada en vigor pretextando la necesidad de discutirla aun
más y perfeccionarla.
De esa manera, los esfuerzos
de varios años se echaron por la borda. Pudieron en ese momento
más los intereses muy particulares de unos cuantos pero influyentes
en el gobierno anterior. De nuevo, pero sin partir esta vez de cero,
los interesados en la pesca responsable revisaron la norma a fin
de resolver los principales temas de controversia.
Fueron cinco años
de consultas y contribuciones que dieron por resultado final la
norma publicada hace tres meses y que incluye disposiciones para
proteger y aprovechar sustentablemente tiburones y rayas, garantizar
el hábitat de las tortugas y mamíferos marinos, el
buen estado de los arrecifes coralinos así como buscar elevar
la calidad de vida de los pescadores.
No hay duda de que dicha
norma puede mejorarse. Pero aun con sus lagunas es un loable aporte
a fin de lograr la protección y el aprovechamiento a largo
plazo de muchas especies que son capturadas ahora sin control en
aguas nacionales e internacionales.
Sin embargo, algunos
intereses muy bien localizados buscan dejarla sin efecto, alegando,
entre otras cosas, que daña económicamente al turismo
de la "pesca deportiva" proveniente especialmente de Estados
Unidos.
A los inconformes los
encabeza Luis Alberto Coppola, del grupo parlamentario del PAN,
quien propuso recientemente al Senado un punto de acuerdo para solicitar
al licenciado Calderón que interrumpa la entrada en vigor
de la norma.
Pero da la casualidad
de que el senador Coppola es también un próspero empresario
hotelero y de bienes raíces de Baja California Sur y candidato
a gobernador de ese estado en el 2005. Y de que es influyente, ni
quien lo dude: el delegado de la Secretaría del Medio Ambiente
en esa entidad es el ingeniero electromecánico Germán
Parra, ex directivo de un hotel en Los Cabos, propiedad de Coppola.
Para no aparecer como
depredadores, quienes impugnan la norma citada reconocen la urgencia
de evitar la sobreexplotación de las poblaciones de tiburones
y rayas y otras especies. Si así fuera, debían sumar
su apoyo a los que sostienen que no se debe seguir protegiendo y
alentando desde el gobierno la explotación irracional de
la riqueza marina.
Por fortuna, todo indica
que los intereses muy particulares que representa el citado legislador
y su grupo de intereses no tienen el respaldo de los demás
integrantes del Senado, convencidos de que urge legislar para garantizar
el buen estado de los recursos naturales y el bienestar de quienes
se dedican a la pesca responsable.
El número anterior
de La Jornada Ecológica fue especial, doble, y estuvo
dedicado a abordar las implicaciones de la Norma 029, sus ventajas
y los pendientes que todavía quedan a fin de mejorarla en
todo lo posible. Contamos para hacerlo con la opinión de
los especialistas más reconocidos en el tema.
Ahora publicamos nuevos
textos sobre la importancia de los tiburones y las rayas en el mundo
marino, para así insistir en la necesidad que existe de protegerlos.
Además de plantear opciones a los pescadores de ciertas partes
del país para vivir de actividades responsables. O nuevas,
como el ecoturismo, en el caso del hermoso tiburón ballena
en la isla de Holbox.
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