La Habana. El incendio que desde hace cinco días consume una base de almacenamiento de combustible en Matanzas, en el oeste de Cuba, fue declarado “controlado” por bomberos de la isla, con saldo hasta ayer de un muerto, 14 desaparecidos y 128 heridos, lo que trajo alivio, pero a la vez preocupación por el debilitado sistema energético.
“Ya podemos decir que el incendio está controlado”, anunció a la prensa Alexander Ávalos, segundo jefe de extinción del Cuerpo de Bomberos de Cuba, que enalteció la ayuda de México y Venezuela.
El incendio arrasó cuatro tanques con capacidad para almacenar 50 millones de litros de combustible cada uno, ubicados en la base de supertanqueros de Matanzas, a 100 kilómetros de La Habana.
“Nos sentimos más tranquilos”, comentó Ávalos, aunque aclaró que persisten en la zona algunos focos sin apagar y que la extinción total “no va a ocurrir este miércoles”.
Explicó que vía aérea se refrescan los tanques.
Horas antes, la tripulación de un helicóptero mexicano que sobrevoló el siniestro informó que uno de los cuatro tanques incendiados “ya estaba prácticamente apagado”.
En el segundo tanque, según imágenes transmitidas por la tripulación a la televisión cubana, se observó menos humo y las llamas se ven más débiles que en días anteriores.
En los dos depósitos restantes no se pudo comprobar la situación, ya que el humo dificultó la visión.
El piloto del helicóptero estimó que “el trabajo fue efectivo”, ya que se logró mantener fresca la tubería que conecta el depósito con otros cuatro tanques iguales, ubicados a sólo 150 metros y que se consideraron fuera de peligro.
Siguen hospitalizados 20 heridos, cinco de ellos en estado crítico, informaron autoridades sanitarias.
El incendio empezó el viernes luego de que un rayo impactó uno de los ocho tanques de la base de almacenamiento, considerada la más grande de Cuba y estratégica para alimentar las plantas termoeléctricas del país.
Desde Matanzas, a unos cuatro kilómetros del siniestro, se observó menos humo, constató Afp.
El buque Bourbon Artabaze, de la Armada de México, continuó lanzando un potente chorro de agua a unos 150 metros del fuego, mientras cinco helicópteros equipados con depósitos de 2 mil 500 litros dejaron caer agua de mar.
Desde el sábado llegaron 13 aviones y dos barcos de México, y cuatro aviones de Venezuela con bomberos y especialistas. Cuba ha recibido cerca de 45 mil litros de espuma retardante, ocho tanques de aire respirable con armadura, compresor, mangueras para el rack de aire autónomo y contenedores plásticos con accesorios, por parte de ambos países.
Ayer el presidente Miguel Díaz-Canel recorrió las zonas afectadas por el fuego y alertó que sigue siendo “peligroso” e instó a la población a no confiarse. “Mi abrazo y profundo respeto para los que están ahí en la pelea”, tuiteó.
La falta de agua forzó nuevamente ayer la desconexión temporal de la central Antonio Guiteras del sistema eléctrico, informaron autoridades, lo que ha agravado la crisis de generación y distribución de electricidad en la isla provocando cortes de luz en La Habana y otras ciudades.
En Estados Unidos, congresistas demócratas llamaron al presidente Joe Biden a ayudar a Cuba y a eliminar “cualquier sanción relevante” para acelerar la respuesta a la catástrofe.