Chihuahua, Chih. Como gobernador de Chihuahua, el panista Javier Corral permitió que José Noriel Portillo Gil, El Chueco, presunto responsable del homicidio de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y César Mora, así como del guía de turistas Pedro Palma, tuviera presencia en la región serrana del municipio de Urique y nunca buscó su detención, afirmó en entrevista colectiva el secretario de Gobierno César Jáuregui.
“Nunca se hizo un operativo, hasta que llegó esta administración (de la también panista María Eugenia Campos), porque empezaron a llegar informes de todo lo que hacía este sujeto en la zona de Urique”, dijo.
Jáuregui dio a conocer que Corral tuvo en sus manos una orden de aprehensión contra El Chueco, derivada del asesinato del estadunidense Patrick Braxton-Andrew en octubre de 2018, en Urique, “que nunca cumplimentó el gobierno anterior, mientras el actual, desde que entró, comenzó a recibir información sobre este sujeto, por lo que empezamos labor de inteligencia y preparativos para su captura”.
Expuso que “hay evidencias tangibles” de la coordinación de la administración estatal actual con la estrategia de seguridad y construcción de la paz del presidente Andrés Manuel López Obrador. Refirió que el gobierno del estado “hizo un operativo hace dos meses, en conjunto con la Marina, y se decomisó a El Chueco todo un arsenal de grueso calibre; no tuvimos éxito en su captura, pero logramos establecer sus principales puntos de contacto. Siempre hemos estado sobre él”.
En este contexto, la Guardia Nacional informó que durante un operativo para capturar a El Chueco, el lunes aprehendió a Lindolfo Reyes, ex diputado local y ex alcalde panista de Choix, Sinaloa, municipio fronterizo con Chihuahua, en la zona serrana de Urique, al encontrarlo en posesión de 2.5 millones de pesos en efectivo, cuya procedencia no pudo justificar.