El asesinato de los jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar en el poblado serrano de Cerocahui, Chihuahua, significó el reproche de las dirigencias del PAN y del PRI a la estrategia de seguridad del gobierno federal.
Marko Cortés, dirigente del blanquiazu,l escribió un tuit donde demandó dar fin la frase "abrazos, no balazos": El pacto de @lopezobrador_ con los criminales ha ocasionado más homicidios en 3 años que los que hubo en todo el sexenio de Felipe Calderón. ¿Cuál será ahora su justificación? Los abrazos solo ocasionaron más balazos y echar culpas ya no sirve de nada.
También Alejandro Moreno, el defenestrado líder priísta, subió a sus redes una crítica más al gobierno federal: “El Gobierno de Morena tiene que resolver urgentemente la grave crisis de inseguridad que vive el país. No podemos tolerar que México se bañe de sangre al amparo del Poder. Mis condolencias a la comunidad Jesuita de México y del mundo”.