Ciudad de México. Vecinos del Centro Histórico exigieron a las autoridades capitalinas frenar los desalojos y detener el proceso de gentrificación en la zona, así como expropiar predios con inmuebles bajo riesgo estructural para atender la demanda de vivienda de quienes habitan allí, en muchos casos desde hace 60 años.
En el marco de los 100 años de lucha inquilinaria, integrantes de la comunidad mazahua y habitantes de esa área realizaron un carnaval y recorrieron los edificios de los que han sido sacados, como los ubicados en la calle Zapata.
Las historias de desalojo y desplazamiento de familias que llevan muchos años han aumentado ante los problemas jurídicos que enfrentan los inmuebles, “donde muchos casos son muy fuertes”, así como por el contubernio de abogados con autoridades, afirmó Jaime Tello.
El activista comentó que “una persona puede no demostrar la propiedad y quedarse con ésta porque hay despachos de abogados que se dedican a esto junto con jueces, ministerios públicos y actuarios, y también tenemos un cambio de suelo de habitacional a comercial”.
Las comunidades indígenas y las personas mayores han resultado las más afectadas por el proceso de gentrificación, cuando las autoridades tienen la posibilidad de expropiar edificios de alto riesgo para ofrecerles una casa, la cual van a pagar, no se las regalarán.
#DíaEnImágenes La comunidad #mazahua que reside en la Ciudad de México protesta con bailes tradicionales y música contra los desalojos forzados y la gentrificación en el #CentroHistórico
— La Jornada (@lajornadaonline) June 20, 2022
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Por eso se decidió realizar el carnaval, el cual encabezó un grupo que portaba una cruz de maíz y rehiletes de flores para llamar la atención de la gente y de las autoridades “sobre la necesidad que tenemos de contar con una vivienda”, señaló Josefina Flores.
La representante de la comunidad mazahua de San Antonio Pueblo Nuevo aseveró que más de un centenar de familias han quedado fuera de algún proyecto habitacional en el Centro y las han enviado a inmuebles donde luego las desalojan o a las orillas de la ciudad.
“No buscamos un trato preferencial, pero que se reconozca que estamos aquí desde los 80 y fuimos quienes fundamos el comercio ambulante, éramos las Marías que tendíamos una manta en el suelo para vender nuestra fruta y corríamos cuando venían las razzias.”
Tras colocar un rosario de bombones o flores con panes unidos con popotillos en el cuello de los participantes como señal de bienvenida, dijo que “ahora se ha privilegiado traer a la gente de dinero al Centro sobre los que menos tienen”.
La estrella de la comunidad encabezó el carnaval que se vistió con llamativos colores por la ropa de las mujeres mazahuas, quienes caminaron por la zona oriente del Centro Histórico, lo que llamó la atención de vecinos, locatarios y clientes.
Se trata, dijo Josefina, de una manifestación pacífica para que “nuestra voz sea escuchada y atendida y se nos permita contar con una vivienda digna en donde hemos trabajado desde hace muchos años”.