Houston. Hacer “más fácil el confinamiento de trastornados mentales” y que profesores y guardias en las escuelas estén fuertemente armados fue la propuesta del ex presidente estadunidense Donald Trump para evitar tragedias como la ocurrida hace tres días en Uvalde, Texas, en un tiroteo en una primaria en el que murieron 19 niños y dos maestras.
Trump fue uno de los oradores en la convención de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), la principal organización en favor de las armas en Estados Unidos y uno de los mayores donantes del Partido Republicano, que celebró ayer su asamblea en esta ciudad texana.
Todos los oradores condenaron la matanza de Uvalde, pero rechazaron cambiar las leyes federales sobre armas de fuego.
Trump pidió cambiar “drásticamente” el enfoque de la nación sobre la salud mental. Afirmó que se deben eliminar las zonas escolares libres de armas y, en cambio, exigir que los planteles tengan un único punto de entrada, un fuerte vallado exterior, detectores de metales y puertas reforzadas, además de guardias y maestros armados.
Wayne LaPierre, director ejecutivo de la NRA lamentó la pérdida de “21 hermosas vidas”, pero insistió en que la respuesta no es “restringir los derechos humanos fundamentales de los estadunidenses”.
El senador republicano de Texas, Ted Cruz, afirmó: “No debemos reaccionar ante el mal y la tragedia abandonando la Constitución”. Los varios cientos de personas en el auditorio se pusieron de pie e inclinaron la cabeza para guardar un minuto de silencio por las víctimas del tiroteo.
Unos 500 manifestantes con pancartas y cruces con fotos de las víctimas se reunieron frente al centro de convenciones donde se celebró el evento, y gritaron consignas como: “Hoy podrían ser tus hijos”.