Lysychansk. Las fuerzas rusas siguieron ayer ganando terreno en el este de Ucrania al estrechar el cerco sobre la estratégica ciudad de Severodonetsk, en la provincia de Lugansk.

“Las fuerzas de Lugansk controlan ya la totalidad del territorio de la república”, aseguró el vocero de las milicias populares, Andréi Marochko. Por el momento, ni el ejército ruso ni el ucranio han comentado esta información y la agencia Afp no pudo verificarla de manera independiente.

Al tiempo que los separatistas prorrusos de Donietsk anunciaron que tomaron la localidad de Limán, un importante nudo ferroviario. Oleksiy Arestovych, asesor del presidente ucranio, Volodymir Zelensky, indicó que “de acuerdo con información sin verificar, hemos perdido Limán” y aseguró que la batalla allí mostró que Moscú estaba mejorando sus tácticas.

La conquista de Limán permite a las tropas rusas despejar el último obstáculo para avanzar hacia Sláviansk y Kramatorsk, para luego rodear Severodonetsk y Lysychansk más al este.

El objetivo de Moscú es tomar la región del Donbás, una cuenca minera que comprende las regiones de Donietsk y Lugansk, controlada en parte por los separatistas prorrusos desde 2014.

Tras varias semanas de bombardeos, las fuerzas invasoras casi rodean a Severodonetsk, cuyo gobernador, Serguéi Gaidai, advirtió que podría sufrir el mismo destino que Mariupol, importante puerto del sureste devastado tras semanas de asedio.

Marochko indicó que la localidad estaba “actualmente rodeada” y que las tropas ucranias habían perdido toda posibilidad de salir; no obstante, el jefe de la administración local, Alexander Striuk, rechazó que el ejército de Vladimir Putin estuviera rodeando la ciudad por completo, aunque admitió que la situación era “muy difícil”.

“Casi dos tercios del perímetro de la ciudad están ocupados por el enemigo, pero no está rodeada”, declaró, citado por Gaidai.

Al menos cinco civiles murieron en 24 horas en la región: cuatro en Severodonetsk y uno en Komychuvakha, a 50 kilómetros de allí, informó Gaidai.

En Dinipro, una urbe industrial del centro-este, un responsable informó ayer de “una decena” de muertos y unos 30 heridos en un bombardeo enemigo contra un terreno militar.

Más al norte, en Járkov, las sirenas antiaéreas volvieron a activarse en la madrugada. La víspera, un ataque con misiles dejó nueve muertos y 19 heridos, entre ellos un bebé de cinco meses y su padre, informó Zelensky.

En ese contexto, Ucrania volvió a pedir más armas a los países occidentales.

“Rusia ya está utilizando las armas no nucleares más pesadas, está quemando gente viva. Quizá sea el momento (...) de darnos MLRS (lanzacohetes múltiples con alcance de 60 kilómetros)”, tuiteó Mijailo Podoliak, asesor de la presidencia ucrania.

Zelensky aseguró que los líderes mundiales “se están preparando” ante la posibilidad de que Rusia ponga en marcha nuevas ofensivas con armas nucleares, químicas, o biológicas.

En tanto, instructores de Canadá prepararon a 30 mil militares de Ucrania en los últimos siete años, reveló la embajadora canadiense en Kiev, Larisa Galadza.