Por los retrasos que ha habido en la distribución de medicamentos en el sector salud, fabricantes ya anticipan que enfrentarán el problema de la caducidad de sus productos y, por contrato, están obligados a cambiarlos. Lo anterior, a pesar de que nada tienen que ver en la logística para que los insumos lleguen con prontitud a clínicas y hospitales, advirtió Carlos Villaseñor, titular de la Comisión de Abasto de la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (Anafam).
Comentó que como proveedores del gobierno, deben cumplir una serie de requisitos, entre ellos que sus productos tengan una vigencia de, por lo menos, 12 meses. Los contratos prevén la devolución y cambio hasta de 10 por ciento de la cantidad adquirida.
Históricamente, dijo el empresario, ese porcentaje nunca se alcanzaba. La devolución era mínima, pero ahora podría, incluso, ser más alta.
Resaltó que los fabricantes cumplen con el requisito del periodo de vigencia, pero ya se ha empezado a ver en algunas instituciones que tienen medicamentos en demasía y necesitan darles salida “de manera urgente”.
Ese fue el caso de Veracruz hace un par de semanas, donde funcionarios del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) detectaron que mientras el almacén de Xalapa está rebasado en su capacidad y tenía cerca de 900 mil piezas con fecha de caducidad en los siguientes nueve meses, en el Hospital de Alta Especialidad de Veracruz había desabasto de 139 claves (La Jornada, 13/5/22).
Ayer, durante la mesa redonda La regulación sanitaria en la cadena de suministro, organizada por la Asociación Nacional de Distribuidores de Insumos para la Salud (Andis), Villaseñor explicó que sobre este tema también prevalece la falta de información, porque los proveedores carecen de un mecanismo para rastrear sus productos hasta que los pacientes surten sus recetas.
Por otra parte, Rubén Hernández, presidente de Andis, comentó que distribuidores participantes en la licitación que recién concluyó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para contratar operadores logísticos, están inconformes con el resultado, por lo que pedirán explicaciones al organismo.
Señaló que les pidieron un cúmulo de requisitos, pero la calificación del instituto “no se entiende”. Los inconformes, algunos con experiencia de 30 años en el sector, podrían impugnar el proceso, apuntó.
También planteó que ante la falta de respuesta del Insabi para solucionar los problemas operativos en la distribución, éstos se repetirán con las entregas del segundo semestre de 2022.
Entre otros, dijo, sigue sin haber una unificación de criterios sobre los documentos que se deben entregar en los almacenes estatales e institucionales, garantizar que estos lugares cuenten con las licencias sanitarias de funcionamiento, a fin de que puedan recibir los medicamentos con seguridad y que se cumpla con los plazos para el pago a proveedores.