Acapulco, Gro., Mezcaleros de Guerrero buscan incentivar el mercado interno después de dos años de crisis económica a causa de la pandemia de covid-19, y con apoyo de las autoridades reposicionar un producto competitivo del estado.
Explicaron que al ofrecer la bebida para su venta en el mercado extranjero siempre les preguntan sobre el consumo en el estado.
En conferencia de prensa en este puerto, anunciaron el Festival del Mezcal Guerrerense, a celebrarse del 20 al 22 de mayo, con la participación de la Secretaría de Turismo y la Secretaría de Cultura locales.
Autoridades señalaron que uno de los propósitos es dignificar el mezcal guerrerense. La sede del festival será el Jardín Sur del Centro Internacional Acapulco, con 100 pabellones dedicados a la promoción y difusión de dicha bebida.
Teodora Ramírez Vega, titular de la Secretaría de Fomento y Desarrollo Económico, explicó que Guerrero es una de las ocho entidades con denominación de origen del mezcal.
Refirió que el estado perdió competitividad en los últimos cinco años, pues en 2017 era el segundo mayor productor de mezcal del país, y actualmente se ubica en el quinto puesto.
Precisó que en la entidad más de mil familias se dedican a la producción de esa bebida. Adelantó que se pondrá en marcha un programa de certificación de productores para cumplir con los trámites necesarios y certificar la mercancía.
Ramírez Vega apuntó que la finalidad del festival es reubicar en el mercado un producto competitivo de Guerrero, así como degustar por medio de cata, maridaje o coctel cada uno de los mezcales, con la participación de 40 productores de Acapulco y las regiones de la Costa Grande, Centro, Tierra Caliente, Norte y Montaña.
Resaltó la importancia de conocer las etapas del mezcal, si éste es artesanal, industrial o ancestral; añejo, joven o reposado. Daniel Peña Sevilla, de mezcal El Ahuate, explicó que es una bebida elaborada en Acapulco, en Plan de los Amates.
Insistió en la importancia del esfuerzo de productores locales para elaborar un producto certificado, homologado, con los debidos análisis físicos y químicos, después de pasar por un proceso de fermentación, cocimiento y curación.
Marcos Godínez Jiménez, de mezcal Avecanor, que ya se exporta a Países Bajos y Dinamarca, subrayó: “Estamos obligados a producir con calidad”.
Destacó la importancia de reconocer un mezcal que cumple con las normas, como que la botella cuente con holograma y folio, sello de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y que muestre todas las características de la bebida.
