Si bien los avances médicos y los cuidados en la atención de embarazos a mujeres con discapacidad han mejorado, el incremento del riesgo de complicaciones asociadas a esa condición “es mayor”, según el Observatorio sobre la Inclusión Social de Personas con Discapacidad, de las universidades Iberoamericana y Autónoma Metropolitana. Las dificultades incluyen infecciones de vías urinarias, enfermedad tromboembólica, accidentes cardiovasculares e incluso la muerte.

En el informe Realidades de la maternidad en mujeres con discapacidad, el observatorio indicó que una parte de estos riesgos puede atribuirse “a la mala condición previa al embarazo y al impacto de los determinantes sociales de la salud de las mujeres” en estado de gravidez.

Refirió que en México, de acuerdo con el Censo 2020, se estima que hay 883 mil 599 mujeres entre 15 y 49 años (edad reproductiva) con alguna discapacidad o problema o condición mental, lo que representa 25.5 por ciento del total.

Señaló que entre quienes tienen discapacidad existe la misma probabilidad que sus pares sin esa condición de desear un embarazo (61 y 60 por ciento, respectivamente), pero son menos las que pretenden tener un hijo a futuro (43 y 50 por ciento, respectivamente).

No obstante, enfatizó, las tasas de embarazo entre las personas con discapacidad han aumentado en los últimos años y son similares a las de no discapacitadas, en los mismos grupos de edad e ingreso.

En el documento, el organismo expuso que en México existen 53 mil 536 hogares con algún integrante de entre 15 y 45 años de edad de los cuales 6.4 por ciento representan a hogares con madres que tienen alguna discapacidad, problema o condición mental.

Ante este panorama, destacó que los estudios para mejorar la gestión de la salud general y el bienestar de esta población contribuirán a mejorar los resultados del embarazo y el parto. “Sin embargo, lo más importante es que se experimenten embarazos sanos con resultados normales en los nacimientos”.

Agregó que los proveedores de salud “pueden y deben fomentar los embarazos de las mujeres que desean tener hijos, y colaborar con ellas y otros proveedores para que puedan participar plenamente en el papel que desean desempeñar, la maternidad”.